En horas de la noche y cuando la luna emitía generosamente su luz con todo su esplendor, abuelo búho y su pequeño nieto Inocencio desarrollaron el siguiente diálogo:
– Abuelito ¿de dónde venimos?
– Nadie sabe de dónde venimos ni a dónde vamos después de la muerte, querido chiquitín.
– ¿Cuál es la religión verdadera?
– Todas las religiones aseguran ser las únicas; las otras, falsas.
– ¿Hay cielo e infierno?
– Hace veinte años, el Papa Juan Pablo II dijo que no hay cielo ni infierno.
– ¿Existe justicia en nuestro bosque?
– Nunca existió, ni existirá en este valle de la corrupción.
– ¿Algún día acabará esa corrupción?
– Mientras exista la ambición por el poder político, leguleyos prevaricadores y el dios Dinero, habrá corrupción.
– ¿Y entonces por qué existen tantos leguleyos?
– Es una paradoja: cuantos más leguleyos hay, menos justicia hay.
– ¿Y qué de nuestra economía?
– Es otra paradoja: cuantos más economistas hay, tenemos que vivir de préstamos y más préstamos de dinero de países poderosos.
– ¿Y qué me dices de la seguridad ciudadana?
– Ve y escucha noticias, ahí tendrás la respuesta.
– ¿Progresará algún día nuestro bosque?
– Mientras existan: politiquería; desfiles por todo y por nada; “entradas” folklóricas con “salidas” escandalosas; discursos con sofismas; e incapacidad administrativa, creo que no.
– Entonces, ¿continuarán los bulliciosos jolgorios?
– En este bosque todo el año es carnaval. Fiesta del santo fulanito, fiesta de la virgencita de aquí, acá y acullá; hombres disfrazados de diablos con cuernos largos, arrodillados ante una imagen de la religión católica, etc., también creo que no.
– ¿Qué opinas sobre nuestros recursos naturales?
– Antes se llevaron lejos la plata, después el estaño y ahora se llevan nuestro oro. Parece que el litio tendrá el mismo destino. Ojalá que no.
– ¿Tu comentario sobre el deporte?
– Desde hace más de cincuenta años, espero una mejor representación en campeonatos internacionales de fútbol; pero casi siempre salimos coleros. Continúa la contratación de técnicos y futbolistas extranjeros, sin considerar eso de que “en tierra de ciegos el tuerto es rey”. Y todo, alabado hasta la exageración por muchos relatores y comentaristas deportivos.
– ¿La dirigencia y las “hinchadas”?
– Los primeros se enriquecen; y los segundos, ingenuos ellos se enfrentan a trompadas e insultos, mientras otros “vivos” están contando la “mosca” que origina el fútbol.
ESPERANZA
– Abuelo búho vio el rostro de preocupación de su pequeño Inocencio por todo lo comentado y, entonces, decidió levantarle el ánimo con temas de contenido optimista y mostrando una amplia sonrisa le dijo:
– Pero no todo está perdido, chiquitín. Siempre existe una pizca de esperanza por un futuro mejor.
– Te escucho, abuelito.
– Algún día surgirá un nuevo líder con sentimientos nobles, que sólo busque el bienestar y la felicidad de todos los búhos. Un líder con fuerza y autoridad para terminar con la injusticia, el regionalismo, la politiquería y la corrupción en la administración pública.
– ¿Y la pelea entre búhos del mismo bosque?
– Ah, ese regionalismo perverso tiene que terminar. Búhos de Oriente y Occidente tienen que unirse bajo nuestra bandera rojo, amarillo y verde y trabajar juntos por un futuro mejor.
– Gracias por tu optimismo, abuelito.
– Ahora, chiquitín, vámonos a dormir porque el sol ya asoma su rostro sobre la montaña. Hay más temas que tratar, pero eso será en otra noche.
MORALEJA
Hasta los búhos muestran su preocupación por el destino futuro del lugar donde nacieron.
El autor es dibujante, escritor y periodista.