sábado, julio 6, 2024
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Contundente rechazo ciudadano

“El 58% de la población (boliviana) es pobre, carece de adecuados servicios de agua y saneamiento, utiliza combustibles no adecuados, tiene bajos niveles de educación y mala atención en salud. En áreas rurales la incidencia de pobreza era de 74% en promedio” (*), se lee en un informe, sobre Desarrollo Humano, presentado, a principios del 2000, por un organismo internacional.
Una realidad que parece no ha cambiado. Y, sin temor a equivocarnos, diríamos que la situación continúa su curso. Los pobres, en consecuencia, no sólo están concentrados en los centros urbanos, sino dispersos en el área rural. Donde no tienen la opción de futuras mejoras, debido que todo se reduce a postergación y olvido. Ahora que la sequía provoca estragos, por el cambio climático. Los servicios de agua potable y de salud, aún no se han extendido. Tampoco se dispone de gas domiciliario ni de caminos vecinales. Los docentes tienen que hacer peripecias, en épocas de lluvia, para llegar a sus puntos de trabajo y cumplir con sus tareas habituales.
Pero algunos dirigentes del agro, posiblemente ignoran esa realidad. En vez de extremar esfuerzos a favor de sus “bases”, asumieron el servicio incondicional a cierto partido. Quizá no comulgan con los sueños de mejores días, de esas amplias capas sociales. Por ello actúan distanciados de quienes subsisten, clamando un venidero mejor. Parecería que estuvieran buscando prebendas personales, ignorando las necesidades múltiples de esa población.
El rechazo ciudadano, al reciente anunciado bloqueo de caminos, instruido por el partido que usufructuó del Poder, durante más de 17años, fue contundente y determinante. Cambió el curso de la historia. Lo que no pudo suceder, en el pasado mediato, ahora se logró, gracias al consenso y la decisión. Se impuso la cordura y la ecuanimidad, para preservar la tranquilidad y el orden, elementos que generan productividad, desarrollo y progreso. Elementos que tanto se requiere, ahora que se nos muere la vaca lechera, llamada: GAS.
Posiblemente hubo, en este trajinar de la historia, un perdedor y un ganador. El primero, de tinte radical, fue arrinconado, por la presión ciudadana. Tuvo que dar un paso al costado, debido que el occidente ya no obedecía sus consignas. El trópico no tenía la capacidad para paralizar las actividades nacionales. Su método de movilización, perdió no solo vigencia, sino respaldo popular. Fue descartado, por lo visto, el tiempo del auge populista. El segundo enarbola, posiblemente, el pendón del triunfo. Ni duda cabe.
El bloqueo de caminos, fue pospuesto, pero se inscribirá como el fiasco de los últimos años. Entre tanto, la ciudadanía respirará un aire de certidumbre, de tranquilidad y seguridad.
En suma: que se imponga la paz, por el bien común.

(*) PNUD – Bolivia: “La otra frontera – Usos alternativos de recursos naturales en Bolivia”. Artes Gráficas Sagitario, Bolivia, enero de 2009. Págs. 103 y 109.

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