sábado, julio 6, 2024
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Vendetta política

Parte II

Los de ese entorno, decididos a conservar el poder, incitan constantemente, recurriendo al oído del presidente Arce, para que pueda continuar con sus afanes reeleccionistas, pues en Bolivia disfrutar del poder y conservar los privilegios “es algo cultural”. No contaban con la astucia de Arce, que empujado por su entorno se lanza al éxito sin medir las consecuencias de la traición.
Con la situación política imperante hasta hoy, la ruina sistemática de Bolivia se confirma, pues el gobierno boliviano se ha convertido en el nido de los peores crímenes, donde el menor escándalo político, desata los más deplorables actos de corrupción y nepotismo. Esto se debe a la perversión de sus organizaciones sociales, donde un maletín con dinero puede más que la convicción ideológica y no como sus dirigentes afirman, que lo orgánico prevalece para sus decisiones. Y es que estos dirigentes del MAS, pese a ser pobres de origen, pretenden vivir como si fueran ricos, lo que los obliga a recurrir a incontables inmoralidades en el interior del partido y de la administración pública gubernamental.
“En la casa del pueblo, hay tantos odios antiguos y nuevos y tanta envidia y celos que es más dura la división interna, en el Legislativo se viene librando una lucha interna por el poder, entre los partidarios del ala arcista y los oportunistas del ala evista y entre todos los que quieren suceder en el mando presidencial”.
Toda la población decente de Bolivia, califica la corrupción gubernamental como inconcebible y maldita. Nos hemos quedado todos tan impresionados, confusos y apenados, que ya casi ni sabemos dónde estamos, pues el MAS comete atrocidades dignas de ser consideradas como corrupción. Esta vendetta política interna que se libra en el MAS, terminará por llevarse al país por delante. Con todo esto el MAS no deja de ser un partido político arrogante, oportunista y convencido, sin fundamento, de su locura política. El país entero condena al MAS por su arrogancia en la prosperidad y cobardía en la adversidad. Todo el barco masista se hunde, pero ellos no se dan cuenta. El MAS se desintegra, pero ellos se niegan a aceptarlo, se hundió en la corrupción bajo el dominio del ex presidente Morales y se convirtió en el paraíso de la corrupción gubernamental bajo el mandato de Arce Catacora. Ambos presidentes no gobernaron para interés del Estado, sin para el suyo propio.
Por estrategia política para las elecciones generales 2025, el MAS recurrirá al temor, que es un poderoso sentimiento, que hace que la gente se doblegue y acepte que se le imponga otra voluntad, arbitraria y destructiva, que es la característica esencial de este partido político. Pero, como decía Horacio: “Tempus fugit, carpe diem et memento morí”, el tiempo vuela, vive el momento y recuerda que morirás, porque “veritas nunquam perit”, la verdad nunca muere. La ruptura del MAS “consummatum est”, se acabó, todo está cumplido, ahora solo queda esperar el desenlace, que será trágico.
Aun así, el encanto de Bolivia aún perdura, quedan los vestigios de un país maravilloso. El camino de la corrupción desvía nuestro destino, la vendetta política contra el pueblo boliviano es grande. El oscuro exmandatario Morales quiere volver y quiere someter a nuestro país a horrores y lágrimas. El narcotráfico sigue triunfante a lo largo y ancho de todo el país. El último año de gobierno del MAS, marcará el final de una época en la triste historia de Bolivia.

Jhonny Vargas es Politólogo y Docente de Postgrado.

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