lunes, septiembre 30, 2024
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Trovador de Alicante

“Cuando empecé a escribir, fue como descubrir otra dimensión, comprimir el tiempo y el espacio, tenerlos a mi disposición; era como estar dentro de una esfera, tuve un propósito, hubo un camino, una carretera”, tan solo basta con leer este fragmento del poema “Escribe”, para darse cuenta que el autor de estos versos posee una calidad única.
Ignacio José Fornés Olmo, mejor conocido en el mundo del rap como Nach, es un rapero, compositor, escritor, poeta y sociólogo español; dueño de un talento excepcional, esparció sus letras cargadas de emotividad y crítica social, mediante su música revolucionaria.
Nació en la capital manchega de Albacete, en “el Nueva York de La Mancha” según Azorín, el 1 de octubre del año 1974, pero su destino se encontraba por otros lares, fue así que su familia se mudó al barrio de San Blas-Santo Domingo; ubicado en la ciudad de Alicante, donde Nach se criaría amando sus maravillosas playas y su clima costero.
En esta metrópoli conoció a su mejor amigo y actualmente mánager, Francisco Cañas, quién compartió sus inquietudes desde el primer momento en que se conocieron. Nach tuvo una infancia feliz, bajo el sustento de una familia de clase media, a pesar de atravesar por etapas difíciles, nunca le faltó un plato de comida en la mesa.
Su fascinación por la música afloró en un salón lleno de vinilos, donde escuchó todo tipo de géneros musicales, desde bandas británicas como Supertramp y Spandau Ballet, hasta disfrutar del soul y del rhythm and blues de Sam Cooke, Stevie Wonder, Marvin Gaye, por citar algunos.
“Si estoy solo, tú me acoges, eres mi fiel compañía. Me hablas sincera y me esperas cuando empieza el día. Mi guía, mi faro de Alejandría”, frases que reflejan claramente la devoción de Nach hacia las notas musicales; “El idioma de los dioses” es una obra maestra, digna de ser escuchada una y otra vez, pues su calidad retórica lo exige, una exquisitez poética de alto valor.
No tardó mucho en descubrir el rap, un género que lo impactó desde lo más profundo de su ser, con un ritmo fresco y la cercanía de su deporte favorito; pues eso era lo que escuchaban dentro de las canchas de baloncesto, lo impulsaron a conocer más a profundidad aquel ritmo, grupos como Run-DMC, Beastie Boys, Public Enemy, dieron comienzo a su fanatismo por la cultura del Hip Hop.
En 1994 le dio por rapear, presentando su primera maqueta “D.E.P.”, en 1997 sacó su segunda propuesta “Trucos”, y en el año 2000 hizo su primer LP titulado “En la brevedad de los días”, pero no fue hasta el año 2003 que ganó notoriedad con su segundo disco “Poesía difusa”, abriendo paso para “Ars Magna – Miradas” del año 2005.
Firmó contrato con Universal Music Group, una compañía discográfica de las más importantes del mundo, produciendo varias joyas como “Un día en suburbia” (2008), “Mejor que el silencio” (2011), “Los viajes inmóviles” (2014); un disco que en lo personal es de mis favoritos, porque representa la introspección del artista, un viaje intenso pletórico de pasiones que evocan la pureza en la poesía.
Por último nos deslumbró al presentarnos “A través de mí” (2015) y “Almanauta” (2018); aquella agridulce obsesión por el arte de la escritura, también lo llevó a incursionar en la literatura, escribiendo dos poemarios de gran calidad como “Hambriento” (2016) y “Silencios vivos” (2019).
A través de su música y de sus poemas, influenció de manera positiva a muchos adolescentes, brindando mensajes enriquecedores en tiempos decadentes, en contra de una corriente repleta de estribillos comerciales que desnutren el alma; sin duda Nach marcó un antes y un después, convirtiéndose en uno de los máximos exponentes del rap consciente.

El autor es Comunicador, poeta, artista.

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