Aarón Mariscal
El desarrollo económico cruceño ha tenido un gran sustento en el cooperativismo, que permitió a muchas familias progresar. A mediados del Siglo XIX, Santa Cruz de la Sierra tenía cerca de 12.000 habitantes. Para cuando se fundó una de las primeras cooperativas, en 1961, ya en la ciudad vivían unas 200.000 personas.
El profesor español Ramón Mandado describe que, en el último tercio del Siglo XIX, en medio de cierto abandono por parte del Estado, el cruceño tomará conciencia de su marginalidad, «pero, sobre todo, se volverá más emprendedor y cooperativo, para dotarse de servicios, abrir mercados y establecer nuevos lazos con el mundo exterior».
Un ejemplo de esto es el gran aporte de Adalberto Terceros Banzer (1923-2003), cuyo nacimiento se conmemoró el 26 de septiembre. A cien años de que este gran cruceño naciera, existen algunos hitos por los que merece la pena recordarlo.
Junto al sacerdote jesuita José Vidal, el 22 de octubre de 1961, Terceros fundó la Cooperativa La Merced, una de las primeras en la historia de Santa Cruz, y fue presidente de su Consejo de Administración durante poco más de 40 años.
En ese lapso de tiempo, nuestro ilustre cooperativista favoreció la concesión de créditos a familias cruceñas que deseaban obtener los insumos necesarios para fortalecer su negocio. Estos créditos se concedían con bajos intereses (1%), lo cual mitigó durante esa época el impacto de la usura prestamista en los bolsillos de los cruceños.
Desde 1971, bajo la dirección de Terceros, la cooperativa incursionó en los créditos para casas, lo cual permitió construir las viviendas que conformaron varios barrios de Santa Cruz de la Sierra. Entre ellos, están: Villa Mercedes, Hamacas, El Bajío, El Paraíso, Flamingo, 24 de Septiembre, YPFB y Aprocruz.
Terceros asesoró también la fundación de las cooperativas Jesús Nazareno, la Santa Cruz, San Roque, San Andrés, Fátima, San José Obrero, Warnes y Portachuelo. Asimismo, organizó las agencias de La Merced en San Ignacio de Velasco, Concepción, Guarayos, Cotoca, Pailón, Mairana, Samaipata, Saipina, Minero, Chané, Yapacaní, Charagua y Riberalta.
Su formación como abogado en la UAGRM y como economista en Santiago de Chile le permitió complementar conocimientos que lo llevaron muy lejos. En este sentido, Terceros participó de numerosos eventos nacionales e internacionales relativos al fortalecimiento del cooperativismo.
Concretamente, Terceros llegó a ser miembro de instituciones como la Alianza Cooperativa Internacional, el Instituto Mundial de Cajas de Ahorro, la Federación Internacional de Cooperativas de América y la Federación Internacional de Cooperativas de Seguros. Al respecto, cabe destacar que este economista fue pionero también en los seguros de vida en Santa Cruz: en 1975, fundó la Cooperativa de Seguros Cruceña Limitada, de la cual presidió el Consejo de Administración durante algunas décadas.
Además, la convicción moral católica de Terceros impulsó en él una enorme rectitud, honestidad y responsabilidad, lo cual derivó en una enorme entrega y sacrificio por la tierra que lo vio nacer. Hasta que dejó la cooperativa en 2002, no se consiguió ni casa propia ni automóvil: se transportaba en el vehículo de la cooperativa.
Así como Terceros, existen varios otros cruceños cuya entrega a la sociedad ha sido ejemplar y merece su respectivo homenaje. La historia se encargará de recordarnos ese espíritu de sacrificio y entrega que han demostrado generosamente numerosos hijos de Santa Cruz.