Señor Director:
Recordamos los franciscanos de las tres órdenes: Orden Franciscana, Hermanas Clarisas y tercera orden seglar, en todos los países del mundo, el tránsito de nuestro padre, San Francisco, de la muerte a la vida eterna en la casa de Dios.
El fin último del hombre es conocer y amar a Dios, sin embargo, este fin no puede ser alcanzado de una manera definitiva, sino al término de la existencia terrenal, en una vida solamente espiritual.
Hijo de un comerciante adinerado, Francisco decidió vivir en la más extrema pobreza y cumplir fielmente con los Evangelios. En su vida religiosa practicó la austeridad y simpleza, por lo que a sus seguidores les pedía hacer lo mismo, lo que causó rechazo en algunos componentes de la orden. Sin embargo, no se opuso a una renovación.
La Santa Madre Iglesia, canonizó a Francisco de Asís en 1228 y “su festividad se celebra el 4 de octubre”. Como peregrino en esta vida, Francisco, el pobrecito de Asís, derramó con mucha alegría poemas, cantos, oraciones y mucho amor al prójimo. Como hermano, cantó a la hermana ave, al lobo, a la oveja, como también al hermano sol, a la luna, al fuego, al agua, a la hermana muerte. Y deseó con toda la alma, paz y bien, con uno mismo y para todos como hermanos.
Francisco fue declarado el heraldo de Dios y el patrono de la ecología, por ser “defensor de la naturaleza”. San Francisco enseñó a la Orden Franciscana que para ingresar hay que hacer votos de pobreza, castidad y obediencia. El Santo pasó por esta vida y fue sepultado. A su entierro asistieron personalidades de su época, que le hicieron grandes honores, como nos recuerda la Madonna Jacoba, quien pagó todo lo necesario por devoción al Santo, pidiendo que lo llevasen a la capilla Santa María de los Ángeles, donde el fraile quiso ser enterrado y así fue.
Ante la muerte del Santo vieron y besaron los estigmas, Santa Clara con sus monjas estuvieron presentes en su tránsito de esta vida al reino del padre, siendo enterrado el 4 de octubre de 1226. Por alabanza de Cristo, volaron las aves al cielo, como despedida al Santo.
Prof. David Espejo
Prof. Desiderio Espejo
Lic. Mario Espejo