Reynaldo Quino Laura
El maestro o maestra es mediador entre el estudiante y la cultura a través de su propio nivel cultural. Entender cómo los docentes median en el conocimiento que los alumnos pueden adquirir en las unidades educativas, es un factor para que se comprenda mejor por qué los estudiantes difieren en lo que aprenden; así como las actitudes hacia lo aprendido y hasta la misma distribución social de lo que se aprende.
En concordancia con Cooper (1999), se puede identificar algunas áreas generales de competencia docente, relacionadas con la idea de que el profesor apoya al estudiante a construir el conocimiento, a crecer como persona y a ubicarse como actor de su entorno cultural.
En una línea de pensamiento similar, Gil Carrascosa, Furio y Martínez-Torregrosa (1991) consideran que la actividad docente, y los procesos mismos de formación del profesorado, deben ser planteados con la intención de generar un conocimiento didáctico o saber integrador, el cual trascienda el análisis crítico y teórico, para llegar a propuestas concretas y realizables que permitan una trasformación positiva de la actividad docente.
Desde estas dos percepciones podemos apreciar que el maestro es el encargado de transmitir los conocimientos culturales a una nueva generación y lograr consolidarla como parte de una cultura, donde pueda desenvolverse sin dificultades. De ahí que podemos decir que en la escuela se fortalece la enseñanza de los valores que los estudiantes fueron adquiriendo en su entorno y se trata de eliminar los antivalores aprendidos. Por otro lado, también está la construcción de conocimientos científicos.
También es importante el objetivo general de un maestro, que consiste en lograr calidad educativa y la formación de seres humanos integrales, que respondan de manera crítica y reflexiva a la realidad en la que viven, tomando muy en cuenta la problemática mundial latente, referido a la madre tierra, al deterioro y el mal uso de los recursos naturales que ésta nos provee.
Como se puede apreciar, el rol del maestro en los procesos de enseñanza y aprendizaje es fundamental, ya que sin él no serían posibles. Por lo tanto, el maestro debe centrar su función en guiar la actividad mental y constructiva de sus estudiantes a través de procesos pedagógicos acordes a las necesidades y capacidades de cada uno ellos, tomando en cuenta su condición biopsicosocial.
Hablemos ahora del objetivo de vida como educador.
Desde que uno asume el rol de educador, las perspectivas de vida cambian y se van acomodando a este rol, con el nacen los objetivos profesionales. Como maestro, son aspectos muy importantes la formación profesional permanente y a través de ella mejorar la calidad educativa del país, llegando a formar nuevos seres humanos con características integrales, holísticas, para que sean críticos, reflexivos y propositivos, con la capacidad para transformar la realidad social en la que se desenvuelven.
El autor es Docente Investigador.