El rodaje internacional de esta cinta abrió puertas y posibilidades para esta franquicia, aseguran los realizadores. ¿Y qué mejor lugar que Italia? El país es famoso por albergar a algunos de los mejores artesanos y artesanas del mundo. Los productores Todd Black y Jason Blumenthal comentan que este hecho significa que el equipo rebosaba artesanos incomparables. “Los constructores del set, el equipo de mano de obra, la gente de vestuario”, dice. “Todas las cabezas de departamento contrataron talento local, y todo mundo destacó por su calidad”.
Detrás de las cámaras, Fuqua enlistó a Robert Richardson, ASC, ACK, tres veces ganador del Oscar, para fungir como director de fotografía. “Tras colaborar en Emancipation, creo que Antoine y yo somos hermanos, literalmente hablando», dice Richardson.
Richardson se emocionó cuando supo que podría regresar a Italia, en donde previamente había filmado Eat Pray Love. Sin embargo, capturar la apariencia de El Justiciero: Capítulo Final exigía un estilo particular.
El equipo de producción filmó en el pueblo de Atrani, en la costa amalfitana. “Intenté evadir el sol para las tomas en Atrani, salvo allí donde creíamos necesario abrir todo hasta cierto punto, pero aun ahí suavizamos lo más duro del sol”.
Atrani ostenta muchos edificios brillantes y blancos, pero el Director de Fotografía halló la manera de suavizarles mediante la creación de texturas.
En el clímax de la cinta, mientras McCall lucha no sólo para ajustar cuentas sino, asimismo, para enterrar su sed de violencia, Richardson oscurece las calles de Nápoles.
La diseñadora de producción Naomi Shohan (Training Day, El Justiciero 1 y 2) se dio a la tarea de hallar la aldea que Richardson capturaría en celuloide. “En el guion, la aldea es muy pequeña, buscamos a lo largo y ancho del sur de Italia, en pos de una atmósfera adecuada, y elegimos Atrani”.
No sólo encontraron la montaña y el mar en Atrani- el poblado poseía asimismo la intimidad anhelada. “Me comenta la gente local que dos únicas familias representan el 90 por ciento de los habitantes”, dice Shohan.
Pero no se trataba solamente de esta sensación- los detalles técnicos del rodaje estaban en su lugar al interior de dicha locación. “La cinta entera se pone de manifiesto en la geografía del poblado”, dice.
Tras haber confirmado a Atrani como la locación para el pueblo ficticio de Altomonte (que no debe confundirse con otro poblado de nombre idéntico), Shohan se implicó en la búsqueda del viñedo con el que la cinta abre- allí donde McCall es baleado.
Para las escenas en Nápoles, Shohan empezó por esa famosa ciudad, por supuesto, “realizando búsquedas y visitando todos sus rincones”, dice. “Pensé que estos patios oscuros, rodeados de escaleras, resultaban espectaculares y misteriosos- que se prestaban muy bien para arrojar a un tipo desde una ventana. Y así elegimos la Piazza del Gesu. Luce derruida, pero los apartamentos que la gente habita son despampanantes- los techos son altos, los suelos son de mármol y azulejo”.
Pero, a grandes rasgos, a pesar de que Shohan y su equipo erigieron uno que otro set- incluyendo el café de Aminah en una esquina de Atrani- la meta de la diseñadora consistió en utilizar todas las locaciones posibles. “En Italia, la idea es filmar Italia entera”, dice.
Asimismo, Shohan diseñó la granja de escritorios donde la analista interpretada por Dakota Fanning despliega su gran pericia. “¿Recuerdas Brazil, con todos esos escritorios que se extienden hasta el infinito?”, dice la diseñadora.
Para el vestuario, Fuqua enlistó al diseñador italiano Gianni Casalnuovo. “Me parece que Antoine deseaba emplear los servicios de un diseñador italiano porque anhelaba una apariencia completamente diferente para la cinta- no para el Señor Washington, pero sí para el resto del elenco”, dice.
Con esto en mente, dice Casalnuovo, “No quisimos vestirles con prendas demasiado actuales, demasiado salvajes o demasiado agresivas. Tampoco con ropa de moda. Todos los atuendos serían muy suaves. Para esta historia, McCall debe lucir relajado”.
En el meollo de todo esto tenemos a Robert McCall. “Sabíamos que no debíamos cambiar al personaje, porque ya ha aparecido en dos cintas previas”, explica el diseñador de vestuario. “Sus rasgos y estilo tienen clara definición. El público le conoce. Pero en esta cinta sí atraviesa por un cambio”.
Para Aminah, Casalnuovo aprovechó la oportunidad y creó muchas prendas. “Nuestra inspiración fue- adivinen quién- Sophia Loren”, dice. “Sofía Loren, en los años 50, encarnaba un mundo realmente bello. Gaia tiene un rostro grandioso, es tan bella, y esta belleza es asimismo interior”.
Para Vincent, el mafioso que amenaza al pueblo, Casalnuovo siguió las directrices de Fuqua al pie de la letra. “Antoine me dijo, ‘Quiere ser un tipo cool, intenta ser llamativo y único, pero sigue siendo aquél que siempre ha sido”, rememora el diseñador de vestuario.
El diseño, la coreografía y la planeación de la acción de la película corrieron a cargo del coordinador de acrobacias Liang Yang. Él mismo comenta que en El Justiciero: Capítulo Final, el estilo de McCall resulta más visceral que en las dos previas partes.
Es un estilo que se ajusta perfectamente a Washington. El actor ha boxeado en el pasado, y se entrenó con un maestro de boxeo cada mañana a lo largo de la preparación para este rodaje. Yang explica que esta clase de historial no tiene precio.