martes, noviembre 5, 2024
InicioSeccionesEditorialLucha de guerrilla entre dos candidatos

Lucha de guerrilla entre dos candidatos

Debido a la crisis económica que sufre el país, producida por la política populista instaurada por el MAS hace más de 15 años, se ha comenzado a cosechar efectos políticos, culturales, morales, etc., que pueden ser calificados como parte del deterioro de la vida del país. Uno de esos frutos es la decadencia de la política, que ha derivado en la politiquería, pues muchos de sus actores se han convertido en politicastros de plazuela, que han dejado de lado aspectos fundamentales para Bolivia.
El hecho más notable de ese proceso de cambio degenerativo se encuentra a primera vista, en últimos meses, en las altas y medias esferas partidarias. Consiste en que se ha abandonado la atención a los grandes y medianos problemas nacionales y se ha puesto en primer plano de la agenda de cuestiones públicas, temas con escasa importancia, de tipo personal y productos de orientación política y mezquindades de sentido provinciano.
En efecto, tenemos el indisimulable ejemplo de la lucha “política” en el residual partido del expresidente Evo Morales, la cual se ha degradado, como si fuera un asunto principal, a debates secundarios que nada tienen que ver con el país. Al mismo tiempo, ese combate revela la pequeñez de sus actores, que han perdido la perspectiva histórica y el sentido común, si lo tuvieron alguna vez.
Ese problema se revela con claridad en últimos días, en torno a la división del MAS IPSP en dos grandes bloques: el evista y el arcista, que se encuentran enguerrillados, sin visos de reconciliación.
Esa crisis empezó con diferencias entre los candidatos presidenciales, Evo Morales y Luis Arce, pero que de pronto pasó a convertirse en una guerrilla por candidatear representando al MAS en las elecciones generales del año 2025. Esa diferencia se agravó con deserciones de altos dirigentes e intelectuales que seguían al caudillo cocalero y pasaron al nivel individual. Además, el conflicto derivó en una competencia poco menos que desesperada entre el congreso de la localidad de Lauca Ñ y el cabildo a realizarse en la ciudad de El Alto de La Paz, con diferencias por las que están a punto de llegar a las manos.
Por si fuera poco, esa competencia por la hegemonía partidaria de cada grupo, se degradó cuando Morales denunció al hijo del presidente Arce por estar comprometido en irregulares manejos económicos, incidente que ha puesto la cuestión al rojo vivo. Pero ese aquelarre nada tiene que ver con los graves problemas que enfrenta el país y lo están llevando al punto de la desintegración. La actual conducta política masista ha devenido en una pelea de guerrilla entre Morales y Arce, como si no existiesen asuntos nacionales de capital significación.
Aún más, ahora el jefe del MAS, Evo Morales, ha lanzado la iniciativa para que su partido haga un cabildo en Yapacaní, a fin de hacer la competencia a su rival y así ver cuál de los dos tiene mayor o menor respaldo público. Ese asunto se ha convertido en el centro de atención política y en nada quedaron asuntos como la sequía, la carencia de dólares, el agotamiento de las reservas de gas, el contrabando de alimentos para cubrir el déficit de la producción agrícola interna, etc.
En esa forma, se observa que en el país ya no hay verdaderos políticos y solo quedaron los politiqueros y los politicastros, quienes tienen en sus manos el timón de la nave del Estado, en medio de un poderoso ciclón general.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES