Néstor Benito Huanca
La calidad de la educación en la Ley 070 Avelino Siñani- Elizardo Pérez, se concreta en la formación integral holística de los actores de la educación, orientada a la transformación social, a partir del desarrollo de acciones educativas en el marco de una: Educación con justicia para la igualdad de oportunidades. Educación con valores y prácticas contra el racismo y toda forma de discriminación. Educación con participación comunitaria. Educación para la convivencia armónica con la Madre Tierra. Educación que desarrolla la identidad cultural en diálogo y respeto recíproco entre culturas. Educación vinculada a la vocación productiva con ciencia, técnica y tecnología propia y del mundo.
En este momento la calidad de la educación descrita en la Ley 070, es un simple enunciado todavía, porque no se ha hecho realidad la aplicación de la misma, porque primero se debe cambiar la mentalidad de los docentes de diferentes niveles y áreas, que son los principales actores y ejecutores de la educación. Dependerá del maestro en última instancia asumir el compromiso social de cambio.
La calidad de la educación en Bolivia se sustenta en sus elementos fundamentales: descolonización, pluralidad, interculturalidad y lo comunitario; asimismo, se respalda en sus principios y valores que permiten la convivencia armónica en comunidad.
La calidad de la educación es entonces una construcción social desde las mayorías, cuya expectativa hacia la transformación de estructuras coloniales es legítima porque se construye, reconoce y acepta en el seno mismo de la comunidad. Se trata de una alianza que, respetando lo plurinacional y la expresión de los diferentes sectores de la sociedad, da cabida a mínimos acuerdos, como puntos de encuentro que se fortalecen en la convicción de las perspectivas en educación.
En el Estado Plurinacional, es posible pensar en la calidad de la educación más allá de su dimensión discursiva y de largo plazo, situándola más bien en un plano de proyecto social, como un continuo de acciones, ubicadas en la dinámica de la organización social, productiva, económica, territorial, política, espiritual y cultural del país, que exige la corresponsabilidad de todos los actores y sectores.
Estas acciones responderán a la expectativa social de educación, de mujeres y hombres, estando el sentido de comunidad presente en esta construcción.
La formación docente es importante para la calidad educativa, porque tiene el desafío de cambiar la imagen de la maestra y maestro reproductor del sistema de dominación, por la de creador de conocimientos y teorías pedagógicas, buscando cambiar las relaciones de poder basadas en el individualismo y la práctica de anti valores, generando acciones para transformar la realidad desde la educación, en un proceso dialógico permanente, a partir de la aceptación de la diversidad, desde donde construye conocimientos y saberes para alcanzar el vivir bien.
La educación debe acompañar y promover la transformación social para que ciudadanas y ciudadanos cambien su forma de pensar y hacer. Para ello debemos empezar con las Escuelas Superiores de Formación de Maestras y Maestros que se constituyen en centros de excelencia académica, para mejorar la calidad educativa. Y es que son comunidades con plena capacidad para la formación integral de docentes que promoverán profundas transformaciones del Estado Plurinacional con su desempeño laboral.
Dr. Néstor Benito Huanca Ph.D.