viernes, julio 26, 2024
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Medio ambiente sin la debida protección

Se sabe que en nuestro país abundan las leyes. En una materia tenemos a la Ley del Medio Ambiente, elaborada para proteger el medio ambiente y los recursos naturales, las normas relacionadas con la madre tierra, el Art. 33 de la Constitución Política del Estado, que establece el derecho a un medio ambiente sano. También la Jurisdicción Agroambiental tiene objetivos similares. Entonces, en teoría es importante cuidar y conservar el medio ambiente, pero en la práctica sucede lo contrario.
Lo que se observa en las ciudades, particularmente en las del eje central es una expansión caótica, por la proliferación de construcciones sin planificación urbana. Cada vez aparecen más urbanizaciones debido a que nuevos pobladores llegan desde zonas rurales en busca de un mejor nivel de vida. Ante esa situación aparecen los loteadores que, poco a poco, ingresan a terrenos municipales o a predios privados sin suficiente vigilancia, asentándose por la fuerza, para luego venderlos de manera irregular. Lo peor es que muchas veces esas tomas implican la pérdida de vegetación y hasta de cursos de agua. Como es fácil suponer, los loteadores generalmente no son detenidos, ni juzgados ni sentenciados por sus actividades ilegales.
Las agresiones contra el medio ambiente han llegado a un nivel tan peligroso que ahora los avasalladores entran a los parques nacionales, con apoyo y financiamiento hasta de extranjeros, para explotar de manera irracional recursos naturales, como minerales, madera o animales cotizados por cazadores. Además, “cooperativistas mineros” al extraer oro de los ríos de las reservas naturales los contaminan con mercurio, lo que pone en grave riesgo la salud de los habitantes nativos.
También preocupa a la población la denuncia de ambientalistas en sentido de que la reciente Sentencia Constitucional 0076/2023 deja desprotegidos los acuíferos de Santa Cruz, y establece jurisprudencia para otros reservorios de agua dentro del territorio nacional. Además, se afirma que esa sentencia puede servir para que los avasalladores entren sin temor a las reservas naturales en todo el país. Es el caso de parques nacionales como el Madidi o el Parque Nacional Tunari, donde están valiosos acuíferos, amenazados constantemente por avasalladores.
Resulta insólito que todo lo mencionado suceda ahora que la sequía aflige a una gran cantidad de municipios y que una vez más resalta la necesidad de proteger los lugares ricos en vegetación, fauna y principalmente agua, tan necesaria para la vida. Por lo tanto, no basta contar con una enorme cantidad de leyes y reglamentos, sino su aplicación cabal para evitar que muchos problemas se agraven, en perjuicio de todos los bolivianos. Ojalá que las autoridades nacionales tomen conciencia de lo que puede pasar si desaparecen los parques nacionales y otros lugares naturales de gran belleza y abundantes en recursos naturales.

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