Los efectos devastadores de la sequía se extienden a 156 municipios del país, dejando más de 210 mil familias damnificadas, mientras los municipios y gobernaciones intentan hacer frente al fenómeno con declaratorias de desastre y de emergencia. La última región en declararse en emergencia es Potosí, que sufre una aguda sequía, sobre todo en la ciudad capital.
El Gobierno informó este miércoles que la sequía afecta a 4.519 comunidades, 156 municipios y 210 mil familias, por lo que anunció el plan denominado “agua para la vida, agua para la producción”, con el que pretende distribuir el líquido en cisternas para el consumo humano y animal, además de abrir pozos donde sea necesario.
El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó que este plan se inició en los municipios de Santa Cruz y que continuará en Cochabamba, La Paz y otras regiones. En ese marco, dijo que ya se cavaron 126 pozos de agua a nivel nacional y actualmente se entregan los atajados construidos para la época de lluvias.
Hasta esta semana, 144 municipios se declararon en desastre, la mayoría en el departamento de La Paz, mientras que el departamento de Oruro, en su totalidad también se declaró en desastre.
“La Paz tiene 53 municipios declarados en desastrey (su gobernación) sólo ha emitido una declaratoria de emergencia departamental, eso quiere decir que el departamento de La Paz tiene (todavía) capacidad económica y técnica para resolver las necesidades de sus 53 municipios en desastre”, dijo Calvimontes.
En Cochabamba, 28 municipios están declarados en desastre, en Santa Cruz 12, en Oruro 27, en Potosí 15, en Chuquisaca 16.
POTOSÍ Y CHUQUISACA
El gobernador de Potosí, Marco Antonio Copa, promulgó la ley que declara emergencia departamental ante el déficit hídrico. “Vamos a presentar al Ministerio de Medio Ambiente y Agua, de la ciudad de La Paz, proyectos comprometidos a nivel departamental y entre ellos nosotros estamos priorizando aquellos que son de necesidad inmediata para los municipios”, dijo la autoridad departamental.
El secretario de Desarrollo Productivo y Seguridad Alimentaria de esa región, Genaro Méndez, había señalado previamente que la sequía está afectando a los 42 municipios de Potosí, al punto que algunas familias deben caminar entre cinco y seis kilómetros para conseguir agua.
“En sectores, como, aquí, en el municipio de Betanzos por el lado de Poco a Poco, la topografía es muy accidentada no pueden entrar nuestros cisternas, allí estamos viendo cómo encarar. Hay familias que tienen que recorrer cinco o seis kilómetros para trasladarse agüita para tomar para eso también estamos viendo de instalar donde puede llegar el cisterna para atender a esas familias”, dijo.
En Chuquisaca, el presidente de la comisión de medio ambiente de la Asamblea Departamental, Anastasio Flores, pide que la gobernación la declaratoria de desastre departamental.
“Hasta el 6 de octubre, 22 municipios se declararon en desastre (el Gobierno reconoce 16); sin embargo, el resto del departamento también está siendo azotado”, indicó el asambleísta, quien justificó la demanda indicando que se necesita dinero para politubos, tanques de almacenamiento y la contratación de cisternas.
“Quisiera que nos pongamos en el zapato de la gente que vive ahí, la situación es bien crítica con las altas temperaturas. Usan agua a lo más mínimo”, dijo.
MENOS PRODUCCIÓN
Frente a la situación, la Confederación Agropecuaria Nacional (Confeagro), reunida recientemente en Oruro, demandó al Gobierno emitir una declaratoria de desastre. El presidente de la Confeagro, José Luis Farah, indicó que el altiplano es la región que más está sufriendo por la escasez de agua y que los efectos ya se sienten en la menor producción.
En el caso de La Paz, la Asociación de Gobiernos Autónomos Municipales (Agamdepaz), informó que de los 87 municipios, 67 están afectados por la sequía, poniendo en riesgo al ganado y a los cultivos.
Los cultivos que están en riesgo son la papa, cebada, café, quinua, arroz, maíz, alfalfa, plátano, naranja, haba, trigo, mandarina y otros, mientras que 397.122 cabezas de ganado están en riesgo por carencia de forraje y agua. (Brújula Digital/Sumando Voces)