Nombre: José Alberto Gonzales Samaniego.
Fecha y lugar de nacimiento: 8 de enero de 1962 en La Paz.
Estudios: He salido bachiller del colegio San Calixto y estudié comunicación en la Universidad Católica… soy egresado, no me he titulado.
Estado civil: Casadísimo hace más de 40 años (sonríe).
¿A qué te dedicas hoy?: Trabajo en Abya Yala Televisión, presentando el informativo central.
LG: ¿Qué es lo que el público no sabe de ti?
G: Pocas cosas, ¿no?, porque siempre he sido un tipo medio de faceta pública. Lo que tal vez muchos han olvidado es que canté en determinado momento y que soy un futbolista frustrado, quizás eso es lo que más he escondido.
LG: ¿Cuál es tu mayor virtud?
G: Qué difícil eso, no sé, me cuesta hablar de virtudes. Más bien si hablamos de defectos, ahí sí te puedo enumerar varios.
LG: ¿Cuáles defectos, por ejemplo?
G: Ser obsesivo, extremadamente perfeccionista, tratar de ser muy puntual y eso aquí tiene problemas. A veces soy demasiado franco. Me gusta decir lo que pienso y siento, y eso también tiene sus complicaciones.
LG: ¿Qué es lo mejor que han dicho de Gringo Gonzales?
G: Lo mejor que ha dicho de mí es mi hija, que cree que soy un buen papá, eso para mí es lo más importante.
LG: ¿Y qué lo peor?
G: Uf (sonríe), no alcanzaría el día entero para hablar de eso. De todo (me dijeron) por el tema político, ahí me han castigado con mucha fuerza, pero, bueno, en fin, yo de nada me arrepiento, cada uno tiene la libertad de pensar lo que parezca más adecuado, soy muy respetuoso de la opinión de los otros.
LG: ¿Qué haces en tu tiempo libre?
G: Tengo poco y la verdad me gusta mucho la música, escucho música y a veces me gusta mucho ver el fútbol, soy de ver tele, pero sobre todo fútbol, boxeo, carreras, ese tipo de cosas. Soy fanático de seguir los deportes por televisión. Eso es lo que más me gusta.
LG: ¿Cuál fue la etapa más difícil de tu vida?
G: La etapa más difícil de mi vida… quizás cuando me he alejado del periodismo, cuando me he dedicado a la política, ahí ha sido el tiempo más complicado, ¿no?, porque he dejado digamos el espacio que me llenaba, que me daba mucha satisfacción, mucha alegría y lo he cambiado por otro, en el que las cosas eran diferentes, mucho más complicado, más difícil (…) La independencia que siempre he tenido para hacer mi trabajo la he perdido digamos en épocas en las que he ido a la política, donde las decisiones ya no son tan personales, son más de equipo, ahí se juega en equipo y a veces pasan cosas que ya no dependen 100 % de ti, no está en tus manos resolver todo. Eso me ha generado mucha infelicidad, me ha generado mucha angustia.
LG: Y ¿cuál el mejor momento?
G: Éste, ahorita, hablando contigo, haber vuelto a despertar hoy día, tener un día más para ir adelante, ¿no? siempre tiene que tratar de ser el mejor.
LG: ¿Una frustración?
G: No haber sido futbolista, no haber sido psicólogo, que era a lo que había ido a la universidad, quería ser psicólogo, pero no estaba abierta la carrera, y terminé estudiando por la fuerza de las circunstancias comunicación, me metí por si acaso, sin saber que era, esencialmente porque no había matemáticas, digamos, eso era lo que me atrajo, pero, claro, después de los primeros años de estudio, terminé enamorado de esta carrera, que es una belleza, una maravilla.
LG: ¿Un sueño realizado?
G: Ser abuelo, tener un nieto maravilloso, eso es lo más lindo.
LG: ¿Cuándo reniegas?
G: Cuando me cruzo con gente corrupta, mentirosa, mañuda, floja.
LG: Y ¿qué haces?
G: Cuando puedo exploto y lo digo, y a veces me la chupo, me quedo callado y nada más que eso. Veo a veces con cierta impotencia, bronca, a la gente mentirosa, malvada, mañosa, que hace daño, que lastima, todas esas cosas, vinculadas más a las personas con las que uno no quiere cruzarse en la vida.
LG: ¿Cómo te gustaría que te recuerden?
G: Como una persona buena, honesta, que a nadie le ha hecho daño en lo posible… un buen tipo, es lo único a que uno aspira.
LG: ¿Quién es hoy Gringo Gonzales?
G: Hoy es un feliz abuelo, un orgulloso papá y un trabajador que sigue apostando al sacrificio, al esfuerzo, al compromiso, eso básicamente, con sueños todavía a pesar de todo, con muchos sueños a pesar del tiempo transcurrido.
LG: ¿Qué te dio tu trabajo en la televisión?
G: Yo creo que lo más importante es la felicidad, poder haber ayudado a mucha gente, porque en la tele se ayuda definitivamente, quizás no tanto ahora porque se ha perdido ese rol en los medios. Hemos tenido una época muy linda que estábamos cerca de la gente, gente que necesitaba se acercaba y la apoyamos, le dimos su espacio para que diga lo suyo.
LG: ¿Qué destacas de tu paso por la política?
G: Yo he llegado a una conclusión en la política, que una golondrina no hace verano, no alcanza con esfuerzos personales temas colectivos, y ahí está justamente lo más difícil de la política, tener que de pronto a veces convivir o compartir con gente con la que no necesariamente tiene las mismas ideas, los mismos principios, las mismas actitudes… no basta con estar solo haciendo la batalla, eso está bien para el Quijote.
LG: ¿Qué resaltas de Abya Yala TV?
G: La gente, el equipo humano es fabuloso, un grupo de gente joven, esencialmente joven, que está haciendo un gran trabajo, un gran esfuerzo y es un lindo lugar donde se puede compartir mucho, ¿no?, entre lo que uno aprende, lo que uno enseña, un poquito que pueda enseñarles, es un gran equipo humano, eso creo que es lo más importante, somos como una familia.
LG: De no estar en las pantallas, ¿a qué te dedicarías?, ¿volverías a la política?
G: (Sonríe), eso ya lo dije una vez, y dije que: No, jamás. Yo creo que ya ha pasado ese tiempo… creo que ya estamos en otra cosa. No me imagino en otra cosa, me cuesta pensar otro oficio, otra ocupación que no sea necesariamente el periodismo, digamos, en general, escribir, decir, etc., eso creo, espero morirme haciendo eso, ese es mi sueño,
LG: ¿Qué representa para ti tu familia?
G: Todo, lo principal.
LG: ¿A quiénes desearías abrazar en este momento?
G: Bueno, a los que están, a mi familia, a mi nieto, a mi hija, a mi mujer, a mi mamá, por supuesto, a mi hermana, y de los que no están a mi abuela y a mi suegro, que son dos personas que me han marcado mucho la vida.
