sábado, diciembre 21, 2024

La gota de agua

Con base en el último reporte de EPSAS sobre “volúmenes de almacenamiento de producción y agua potable”, al 15 de octubre de 2023 se advierte que existe 46,6% de agua en los 10 embalses del departamento de La Paz, equivalente a 28,4 millones de metros cúbicos.
Tuni, el embalse paceño más grande registra 47,4% de almacenamiento de agua, Incachaca 65,2%, Hampaturi 46,2%, Ajuankhota 11,3%, hasta Alpaquita 16,96%.
La tasa promedio de descenso de los embalses, sin lluvias, se ubica en torno al 6% mensual. Así las proyecciones de Edson Ramírez del Instituto de Hidráulica e Hidrología de la Carrera de Ingeniería Civil de la UMSA estiman que, para mediados de enero de 2024, sino existen lluvias, el embalse Tuni se situará en torno al 25% de almacenamiento y similar porcentaje e incluso menor registrarán los otros 9 embalses.
El calentamiento global viene generando en el planeta la crisis hídrica. Así hacia el 2030 la meta de 1,5 grados celsius de incremento de la temperatura respecto de la época preindustrial será superada.
En Bolivia el efecto seco del fenómeno del Niño, producto del calentamiento global, se siente con fuerza tanto en áreas rurales como urbanas. Durante los próximos tres años el país experimentará el fenómeno del Niño. En los últimos años se registró el efecto húmedo de la Niña.
Los efectos probables del calentamiento global y la sequía en particular en Bolivia van desde pérdidas en la agricultura, aumento de los costos de la energía, desplazamiento de la población, especialmente rural, inseguridad alimentaria, menor equidad y justicia social, efectos psicológicos y de salud mental (ansiedad, depresión, estrés), cambio cultural por el desplazamiento de las comunidades rurales, incremento de precios de bienes y servicios, etc.
La Cumbre por el Agua, organizada por la Alcaldía de La Paz el 15 de septiembre, planteó en 4 mesas técnicas de trabajo diversas medidas para enfrentar la crisis hídrica, con un enfoque de prevención, que van desde la cosecha de agua, medidas de comunicación, ahorro de agua, reparación de cañerías y ductos, monitoreo pluvial, identificación de actores más vulnerables, etc.
Considerando que el 100% de la oferta de la gota de agua en el ciclo hídrico la determina “San Pedro” y considerando que las llaves para acceder a ÉL son casi nulas, el enfoque de la demanda en el tema del líquido elemento es vital.
Si se desea aumentar o reducir el consumo de un bien o servicio se debe activar la llave de los precios. En general, a mayor precio de agua menor demanda de agua.
Actualmente, el consumo de agua a las familias con tarifa solidaria es de Bs 1,78 por metro cúbico hasta los 15 metros cúbicos. La propuesta estriba en incrementar en forma geométrica la tarifa del agua por metro cúbico a medida que aumenta el consumo suntuario aritmético.
A mayor precio del agua por metro cúbico, se reduce el excedente del consumidor, esto es, el consumo de agua para consumo suntuario.
La excepción a la propuesta es el sector productor de bienes y servicios, que utiliza agua como materia prima o insumo intermedio para satisfacer la demanda de la población, puesto que de aplicarse el esquema se generaría presión sobre los precios de mercado.

Hugo Siles Espada es economista.

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