En los primeros días de noviembre de cada año, se tiene Todos Santos. En esta festividad, la gente recuerda a sus seres queridos fallecidos y los reciben en cada hogar, se comparte con ellos, asimismo, se los despide. Y cómo olvidar las visitas a los cementerios para tratar de recordarlos.
En esta festividad, vienen a la mente del ser humano, muchas cosas referentes a la muerte física del hombre. La población trata de entender la muerte del ser humano en la medida de sus posibilidades.
La muerte viene cuando el corazón del ser humano se detiene y el cuerpo empieza a descomponerse por falta de oxígeno y es así que debe ser enterrado.
Dicen que el ser humano en toda su vida, trata de borrar de su cerebro, el instante de su muerte física, tal vez principalmente por temor. Dentro del cerebro no existe la muerte de uno.
Muchos hombres creen que son eternos físicamente, así por ejemplo el ex presidente venezolano Hugo Chávez, mencionaba que iba a gobernar Venezuela por miles de años y por esas cosas de la vida, más propiamente de un cáncer, falleció a los 58 años de edad, bañado en lágrimas, seguramente tratando de entender a la muerte y sobre todo la pérdida del poder.
A veces se correlacionan el dinero y el poder con la vida y la muerte. En el pensamiento egipcio, los faraones creían que protegidos bajo las pirámides y conservando su cuerpo mediante la técnica del embalsamado, tendrían más oportunidades para una “vida eterna” (la resurrección). En alguno que otro entierro de alguien con algo de dinero, se escucha comentarios y preguntas como ¿si tenía tanto dinero?, ¿cómo pudo morir?, ¿el dinero no le alcanzó para evadir alguna enfermedad que lo llevó a la muerte?, ¿cómo uno puede morir teniendo tanto dinero para disfrutar?
En muchos casos, el temor a la muerte radica en, por ejemplo, como padre o madre de familia, dejar a sus hijos pequeños solos, ¿qué será de mis hijos pequeños?, ¿quién los cuidará?
También el temor al dolor, ¿cómo moriré?, ¿será muy doloroso el proceso? Gracias a Dios, actualmente apareció una especialidad médica llamada “terapia del dolor”, que anula en un buen porcentaje el dolor de una determinada enfermedad. Y en muchos países han sido planteadas inclusive leyes para la eutanasia (quitar la vida a un paciente que así lo pide, porque sufre mucho y no puede morir) o eutanasia asistida (que el paciente mismo se quite la vida) y así el equipo médico no tenga remordimientos y sobre ellos no recaigan cargos penales legales.
Seguramente las dictaduras, principalmente militares (capitalistas y socialistas), en muchos países del mundo basaron sus gobiernos en este “temor al dolor de las torturas y dolor al instante de morir”, así como al dolor psicológico de los familiares al no encontrar los cadáveres de sus seres queridos (desaparición forzosa). Tal vez esta técnica se aplicó con los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos hace varios años en México.
Del morir niño o joven se dice, “tenía toda una vida por delante”.
La influencia de la prédica de las religiones, que hablan del tremendo infierno eterno (con las llamas eternas) y plantean el temor a ese infierno desconocido y tenebroso y aquí podemos decir, “más vale lo malo conocido (la vida en la Tierra) que lo bueno por conocer (lo desconocido, como un paraíso)”.
La vida en la Tierra sería “la zona de confort” de la cual no queremos salir. Las religiones hablan de una vida eterna (paraíso o infierno), que por desgracia para un Santo Tomás (ver para creer), no se puede demostrar. Hablan de una muerte física, pero de una vida espiritual eterna (con paraíso o infierno).
Se ve a la muerte como lo peor. El crimen y la delincuencia siempre amenazan “de muerte” (¿para ellos la muerte será lo peor y tendrán también miedo o terror a ella, más que las víctimas?). Las legislaciones de casi todos los países han eliminado “la pena de muerte” (porque dicen que, si se equivocan en el juicio, la muerte no tendría solución). Muchos criminales que amenazaron de muerte toda su vida y asesinaron, apelan y apelan cuando los sentencian a la pena de muerte, principalmente en Estados Unidos, en el “callejón o pasillo de la muerte”, especialmente guardado para los asesinos despiadados y múltiples, pena que debería ser copiada en otros países del mundo.
Si buscamos cosas buenas de la muerte, también las podemos encontrar, imaginemos a personajes funestos como Hitler (Alemania), Castro y otros dictadorzuelos del mundo, quienes ofrecieron muerte a los demás y como no podía ser de otra manera, también recibieron muerte.
Seguramente, siempre deberá cumplirse la ley que señala que los seres vivos (seres humanos, animales, plantas, bacterias, virus, etc.), nacen, crecen, a veces se reproducen (si desean) y finalmente deben morir físicamente (en forma obligatoria).