Mientras algunos traen medallas de oro y son orgullo para Bolivia, otros le causan frustración y vergüenza. Esa es la realidad actual. Aquellos logros en el deporte internacional, ameritan el reconocimiento nacional y el aplauso de la ciudadanía. Posiblemente es una de las pocas veces que bolivianos y bolivianas hablamos, a voz y cuello, del oro ganado en competencias fuera de nuestras fronteras. El oro alcanzado con esfuerzo, sudor y amor a la Patria, la honra. “El hombre vive de ilusiones y según las circunstancias” (1), ha escrito Mariano José de Larra. Y la ilusión se hizo, ¡oro para Bolivia!
Mientras, dentro del país, los políticos, particularmente quienes detentan el Poder, están enfrascados en feroces luchas intestinas. En consecuencia: el partido, que se hizo del gobierno a partir de 2006, en democracia, corre el riesgo de desmoronarse, debido a ese “enguerrillamiento”. No sería la primera vez, pues en el pasado ya ocurrieron hechos de esa naturaleza. En este marco algunos revanchistas, que proliferan hoy como ayer, piden seis años de cárcel para una autoridad departamental, recluida desde hace rato, por un supuesto golpe de Estado.
Bolivia requiere de unidad nacional, para solucionar sus problemas. Como aquella aproximación entre gobierno y empresarios, que esperamos arroje en el futuro buenos resultados, por el bien común. Y no buscar entuertos que nos alejan y enemistan. Tampoco globos de ensayo, para caer bien a unos cuantos. En síntesis: unidad nacional, básicamente, para atender las necesidades de las personas de escasos recursos, que están lejos de adquirir, ahora que el GAS registró “cifras negativas” (2), los artículos alimenticios de la canasta familiar.
Bolivia atraviesa, asimismo, uno de sus peores momentos. La dura sequía, cobra su factura. Ha provocado, según la prensa nacional (3), la muerte de más de 130 mil cabezas de ganado, más que todo camélidos, en el altiplano paceño. Y 62 municipios del departamento de La Paz, se declararon en desastre. De este total, téngase en cuenta, 30 se encuentran, en aquella región, soportando las inclemencias de la sequía, extrema y moderada. Las autoridades respectivas deberían movilizarse, para tratar de mitigar esa difícil situación causada por el cambio climático. Ciertos paceños, que medran a costa del erario nacional, deberían ser solidarios con quienes sobreviven, en sequía. Llevándoles ayuda, obviamente, y ratificar, así, la “paceñidad” de la que tanto se ufanan. Y no solo exigir votos.
En suma: aún es tiempo para que bolivianos y bolivianas se movilicen, en diferentes actividades, dando prioridad a los supremos intereses regionales y nacionales. ¡Es ahora o nunca!
NOTAS
(1) Mariano José de Larra: “Artículos de costumbres”. Grafos, España, 2010. Pág. 19.
(2) “Economía creció 2,21% al segundo trimestre de 2023”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 28 de octubre de 2023.
(3) “62 municipios en desastre por la sequía e incendios” EL DIARIO, 27 de octubre de 2023.