El inesperado triunfo de Sergio Massa en las últimas elecciones presidenciales de ese hermano país argentino, dio nuevamente al traste con todas las encuestas que daban por descontada una victoria del candidato ultraconservador Javier Milei. Dicho fenómeno, sin embargo, no ha sido el primero y menos será el último de las enormes faltas y equívocos que han mostrado las empresas encuestadoras en varios procesos electorales de nuestra región.
En lo que a los comicios argentinos se refiere, observamos por ejemplo que, en la provincia de Buenos Aires, clave para la elección presidencial, ninguna encuesta acertó lo sucedido, revelando las enormes contradicciones que reinan en esa nación como resultado de las políticas populistas que ella soporta.
No debe haber mayor tragedia para un organismo enfermo, que la enfermedad se torne crónica y haga parte de su existencia. Es el caso de la Argentina, donde la corrupción, el narcotráfico, y una inflación incontrolable están carcomiendo sus bases más valiosas de Cívica, Ética y Moral. En su lugar, escándalos como las del Jefe de Gabinete de la Gobernación de Buenos Aires, Martín Insaurralde, quien, haciendo gala de una dudosa fortuna, la expuso pornográficamente a bordo de un lujoso yate en Marbella, mientras los índices de pobreza de la Argentina crecen exponencialmente. Ni el gobierno ni la justicia y menos los que reeligieron al jefe de este truchimán, Axel Kicillof, condenaron este acto.
Sin embargo, dichos escandaletes poca o ninguna mella hicieron en la campaña del candidato oficialista, ya que mientras Javier Milei vociferaba y llenaba de improperios a la “casta política”, su rival recibía un generoso préstamo de 1.200 millones de dólares de su aliado del Foro de Sao Paulo, Luiz Inácio Lula da Silva, dádiva realizada a través de la Corporación Andina de Fomento, a la que, iba agregada una gran emisión inorgánica de dinero, lo suficiente para cubrir el famoso “Plan Platita”, graciosa sugerencia del Socialismo del Siglo vende humo, consistente en la repartija de bonos y dádivas para la masa votante.
Milei no solo perdió las elecciones con un 6%, frente al candidato Sergio Massa, sino que perdió también seis de las provincias que obtuvo en las elecciones de Las Paso, hoy astutamente cautivadas por las prebendas del Plan Platita. La histeria, la procacidad y el ensimismamiento expuestos por Milei, si bien agradaron al populacho, éste prefirió los regalitos del candidato peronista. Asimismo, estos gestos sólo sirvieron para demoler los puentes de avenimiento con aliados afines, en una segunda vuelta.
Según nuestra modesta opinión, el peor error de Milei fue no atacar a Massa en su punto más débil que es la economía y, en cambio, siendo su fuerte la inflación, se dedicó únicamente a este tema y a despotricar contra la Casta.
Entretanto, a pocas semanas de verificarse la segunda vuelta eleccionaria que determine quién será elegido presidente argentino, lo ocurrido hasta hoy refleja que, en esa compleja red de la política latinoamericana, donde se enquistó el crimen organizado, éste va perdiendo espacios, como es el caso del Ecuador, de Paraguay, de Colombia y de otras naciones que no quieren correr la misma suerte que corrieron: Cuba, Venezuela, Nicaragua y ahora una posible Argentina Massista.