miércoles, septiembre 4, 2024
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Impacto de redes sociales

Jeanneth Claudia Gutiérrez Fernández

Hoy es imposible pensar la vida sin el uso de tecnología y redes sociales. Educadores y la sociedad en su conjunto deben tomar en cuenta esa realidad para la formación integral y holística de adolescentes y jóvenes. Como instrumento para los procesos de aprendizaje y también para el desarrollo de pensamiento crítico.
En un proceso de formación integral y holística, la necesidad de relacionamiento con sus pares no ha cambiado, lo que ha cambiado es la plataforma, como menciona Unicef: “Considerando que el adolescente se encuentra entre ser niño y ser adulto. En esta transformación el adolescente encuentra en las redes el lugar ideal para socializar… La comprensión de este aspecto por maestros/as y familias, puede permitir una mejor orientación en cuanto al uso de las redes sociales, para desarrollar habilidades de comunicación sin arriesgar su privacidad ni generar una ciberadicción”.
Además de socializar a través de las redes sociales, aspecto positivo, es importante reconocer riesgos como la ciberadicción, que están asociados a la mala utilización y que “pueden producir el deterioro de ciertos valores humanos como, por ejemplo, la intimidad, la empatía o la veracidad… donde el supuesto anonimato ha permitido que repunte el acoso entre iguales, el llamado ciberbullying” (Setién, 2017). Y es que la posibilidad de actuar en redes sociales desde el anonimato e incluso con falsa identidad, pone en riesgo a la persona, pero también impacta en cuanto a principios y valores básicos que permiten una convivencia sana en sociedad.
El impacto del uso de redes sociales en adolescentes y jóvenes no solo implica el desarrollo de habilidades sociales, sino que también impacto a nivel cognitivo que, desde el punto de vista educativo, puede convertirse en un aliado. Al respecto resulta importante considerar que: Se ha mostrado que internet estimula un mayor número de regiones cerebrales, aumenta la memoria de trabajo, produce una mayor capacidad de aprendizaje perceptual y permite hacer frente a varios estímulos de manera simultánea. Los nativos digitales tienen mejor habilidad para tomar decisiones rápidas (Setién, 2017).
Este aspecto es probablemente el que más se puede valorar, ya que las generaciones jóvenes han nacido con acceso a la tecnología y al ser nativos digitales, las maneras en que manejan la información y el conocimiento se hacen más diversas. Y con esta diversidad surge la posibilidad de lo que hoy se conoce como infoxicación. Hecho que se puede evitar si se desarrolla habilidades como el pensamiento crítico.
Al igual que para el desarrollo de las habilidades sociales, para que el uso de redes sociales permita el desarrollo cognitivo como menciona Setién, es necesaria la orientación oportuna y permanente acerca de cómo hacer un uso adecuado de las mismas. Y es que su uso desmedido puede generar adicción y tener un efecto contrario al esperado, provocando falta de concentración, mal comportamiento, débil autocontrol e incluso fracaso escolar, como se observa en algunos estudiantes. Por ello las redes sociales no son en sí mismas buenas o malas, lo que se necesita es dar orientación sobre su uso.

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