martes, septiembre 3, 2024
InicioSeccionesOpiniónIntereses personales en política

Intereses personales en política

Intereses personales priman en política, como en el pasado, durante las dictaduras militares, tan vilipendiadas. Nadie, en consecuencia, se ha despojado, en democracia, de esa cuestionada condición, para entregarse al servicio incondicional de la Patria. Nadie actúa con responsabilidad, priorizando los objetivos nacionales, sino pensando siempre en medrar a costa del erario nacional. Nadie se ha desmarcado del “enguerrillamiento”, que genera zozobra, incertidumbre e inseguridad en la ciudadanía, sino que se continúa utilizando con ese accionar en las lides políticas.
Intereses personales, en política, han dividido a la población boliviana, en movimientos sociales del trópico y del occidente. Es decir que el país fue fraccionado por afanes mezquinos. Se escucharon voces virulentas, en este contexto, que dejaron atónitos, a los ciudadanos de a pie. Los primeros están agazapados entre los cocales y los segundos en las alturas de la geografía nacional. Ambos manejan el nombre de posibles “salvadores de la Patria”, como en las dictaduras que pasaron a la historia. Enarbolan la misma bandera que se impuso, desde 2006, como un emblema partidario, que aglutinó a los pobladores rurales, que, como reitera la historia, sustentaron ciertos matices de tipo discriminatorio, no obstante que “son más o menos el 30 por ciento de la población boliviana” (1). Son responsables, además, del agotamiento del GAS, lo que provocó el desastre económico. De la angustiosa situación social, donde la gente necesitada sufre. Del despilfarro económico, en una época de las vacas gordas. De la rotunda y vergonzosa derrota, en el tema marítimo, en La Haya, en 2018.
El occidente ha sido determinante, en la historia política nacional, para que los que están enfrascados hoy en una despiadada pugna interna, que llegaron al Poder hace más o menos 17 años. Otros sectores se sumaron a ese propósito, que cambió el destino nacional, en esta parte, del continente latinoamericano. Con ese decidido respaldo, el “enviado”, que dijo ser originario, pudo posesionarse en el Palacio Quemado. Es que contaba en aquel tiempo con una férrea unidad en sus filas partidarias, que obedecía a ciegas sus delirios político – ideológicos. Alguien dijo que, en el occidente boliviano, las instituciones sociales están orgánicamente estructuradas. Y quien pierda el occidente, tiene que pensarlo dos veces para debutar políticamente en el futuro. “La economía de la región occidental del país, -se dijo, a mediados del 2020–, en especial la referida al problema agrario, que ha llegado al nivel de carácter catastrófico y que evoluciona en ese sentido en forma sostenida” (2). He ahí una apreciación, que no ha cambiado.
En suma: son muy pocos los que pueden presumir de manos limpias y honestidad incuestionable en política.

NOTAS
(1) “Indígenas y campesinos contra el MAS de Evo”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 4 de septiembre de 2020.
(2) “La reactivación de la economía”. EL DIARIO, 20 de agosto de 2020.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES