viernes, julio 26, 2024
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Delirios de ciertos políticos

Quienes tratan de imponer sus delirios, en circunstancias democráticas, están muy equivocados. Actúan sin noción del tiempo que estamos viviendo, sin escrúpulo ni raciocinio, lamentablemente. Pretenden salir con lo suyo, para pregonar que ellos tenían la verdad histórica y nadie más. Para minimizar la imagen de las autoridades llamadas a regular la actividad política en el país.
Dónde no está la chicana. Pero no es un recurso válido para esquivar las decisiones que, en materia política, adoptan las instancias respectivas. Acatar esas medidas, sin recurrir a la cuestionada chicana, honraría el proceso que fue restablecido hace aproximadamente 40 años. Sin recurrir a las amenazas ni intimidaciones que provocan zozobra e incertidumbre en la población. Ello significaría apego a la democracia, con la perspectiva de construir una sociedad con espíritu de diálogo, buscando puntos de coincidencia, por el bien común. Con vocación de servicio a los supremos intereses de la Patria. Con respeto a las normas que rigen la vida cotidiana.
Parece que no han aterrizado en la realidad, donde los ídolos de barro caen ante el menor soplo. Ellos que, con falsos e infundados discursos, promovieron la división entre occidente y oriente, entre kollas y cambas, con el propósito de perpetuarse en el Poder. Entre los amigos y enemigos de la corbata. Entre los ciudadanos citadinos y rurales. Entre la pollera y el vestido. Que cercaron y evitaron el ingreso de alimentos, con inhumanos bloqueos a la sede de gobierno. Que hicieron lo propio con el gas medicinal, durante la pandemia, en 2020. A raíz de esta actitud, murieron muchas personas. Acá no fueron venerados los ídolos de barro, que se desmoronaron de por sí. Como también por sus despropósitos, que fueron registrados.
“El coraje de escribir –señalemos finalmente– requiere de algunas condiciones esenciales para expresar la realidad y desarrollarse con plenitud: libertad de creación y de crítica. La crítica es necesaria en el espectro político, el desarrollo económico, social y cultural, ya que los procesos de cambio en la sociedad moderna están indiscutiblemente ligados a la crítica y la negación porque ambos son componentes de un mismo proceso. Aunque la ausencia de crítica es preferible para los gobernantes, ningún escritor que se precie de honesto con su conciencia y su pueblo puede habituarse a esta forma de vida y trabajo intelectual que significa resignación” (*).
En suma: los políticos, en particular, deberían conducirse con sujeción a la norma y sentar precedentes a fin de profundizar el sistema de libertades, reconquistado hace aproximadamente 40 años.

(*) Sociedad Boliviana de Escritores: “Perspectiva Boliviana Sobre la Globalización – un llamado a la reflexión -. Talleres de Editorial Offset Boliviana Ltda., La Paz – Bolivia, agosto de 2002. Pág. 17.

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