Novedosa salida en juicio a exmandataria

El Tribunal Cuarto de Sentencia Penal de la ciudad de El Alto rechazó el juzgamiento por genocidio –sindicación que cuenta con el apoyo de la Fiscalía–, bajo el argumento de que los órganos del Estado reconocieron los actos de Jeanine Añez como “presidenta del Estado Plurinacional”. La autoridad judicial alteña recordó que, en ese caso, corresponde un juicio de responsabilidades.
La noticia surgida en El Alto causó expectativa en las esferas de la opinión pública, pero en medios del oficialismo surgió el inmediato rechazo a la decisión alteña. Por ello, el Procurador anunció acciones contra el fallo que beneficia a la expresidenta Añez. En cierta forma, tales hechos, por un lado, dejan ver indicios de independencia judicial, mientras, por otro, el oficialismo busca imponer su poder político sobre la justicia.
La acción judicial del Estado Plurinacional con relación a la actitud de la expresidenta Añez en los sucesos de Sacaba y Senkata en 2019 resulta, pues, debatible. No se puede olvidar que, a raíz de la renuncia masiva de las autoridades nacionales del gobierno de Evo Morales, asumió la presidencia de manera transitoria la señora Añez, sin embargo, había un estado de convulsión social de imprevisibles consecuencias. Por ello se autorizó la actuación de las fuerzas del orden para garantizar la seguridad pública, frente a las amenazas de “guerra civil” y acciones violentas de grupos de choque afines al régimen renunciante.
En consecuencia, fueron desarrollados operativos policiales y militares para contener a sectores radicales, como en Sacaba contra cocaleros del trópico cochabambino. De igual manera, en Senkata grupos de bloqueadores llegaron a derribar un muro de la planta de gas ubicada en esa zona de El Alto. En ese trance, se temía lo peor, que se hiciera explotar ese recinto, causando una enorme cantidad de fallecidos y heridos, principalmente de gente inocente.
Por ello, según analistas, el fundamento del juicio a Añez sería vulnerable, pues la definición de lo que pasó en Sacaba y Senkata tiene una definición dudosa, ya que la calificación de masacre daría a entender que se trató de represión bélica contra una marcha pacífica, lo que está lejos de la realidad, pues desde hace alrededor de 15 años, los afines al partido en función de gobierno tienden a lograr por la fuerza sus “conquistas sociales”, sin reparar en el verdadero significado de un sistema democrático. Así, el asunto de Sacaba y Senkata solo podrá ser comprendido en su real dimensión mediante una investigación imparcial, recurriendo a un organismo internacional de alto nivel, que podría definir qué es lo que ocurrió realmente en ese tiempo.
Al parecer, esos sucesos no fueron debidamente investigados y sus definiciones no fueron correctas, prevaleciendo las influencias por pasiones personales o por informaciones no especializadas. Lo cierto es que el enjuiciamiento a la exmandataria adquiere interés para la historia judicial del país, pero también con proyección a atender las demandas de reforma de la justicia y el orden administrativo de la misma, por parte de la población en general.