En su discurso de tres años de gestión, el presidente del Estado, Luis Arce Catacora, evitó mencionar la caída de las reservas y confirmo la desaceleración de la economía, de 4,8% a 3%. Los economistas calificaron al informe de medias verdades.
El informe presentado por el Primer Mandatario fue comparado con un libreto ya escrito, que se viene repitiendo desde principios de año y que también se difunde en la propaganda del Gobierno.
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, dijo que si bien el Jefe de Estado habla de un tercer año en materia de crecimiento económico en Sudamérica; hay otros países de la región de América Latina que tendrán un crecimiento más alto que Bolivia.
Romero observó que no abordó el tema del déficit comercial sostenido, que a agosto llegó a -47 millones de dólares, tampoco mencionó al sector hidrocarburos, en donde se registra una balanza negativa, ya que se requiere de 8 millones de dólares cada día para importar combustibles. La escasez de dólares se mantiene en el mercado nacional.
Tampoco se refirió a la caída acelerada de las Reservas Internacionales, que a la fecha se desconoce el estado de las mismas, pero de acuerdo a estimaciones de economistas estaría un poco más de 2.000 millones de dólares, luego de vender 17 toneladas de oro por un más de más de 1.000 millones de dólares.
Para Romero hay mucha información que se obvió, lo que muestra la poca transparencia de los datos económicos, así como las políticas poco acertadas del Banco Central de Bolivia, que generó la cotización de un dólar paralelo.
Arce Catacora confirmó la desaceleración de la economía boliviana, al indicar que para esta gestión bajaron la estimación de 4,8% a 3%, cifras que muestran que va cayendo el dato desde el 2022, cuando registró 3,5%, menor al 2021 que alcanzó 6,1%, atribuido a un rebote estadístico, según los economistas.
Para este año, los organismos internacionales proyectan un crecimiento económico de Bolivia de 2%. Por ejemplo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Bolivia registrará 2,2%, El Fondo Monetario Internacional 1,8%, mientras el Banco Mundial señala 1,9%.
En su momento el economista, Gonzalo Chávez, indicó en sus redes sociales que la desaceleración viene de 2014 y culminó en 2019, un año después la economía ingresó en recesión debido a la pandemia y el 2021 creció por rebote, pero no fue suficiente para compensar la caída de 2020.
El Gobierno se afana en mostrar que la economía boliviana es sólida y creciente, afirmación que sostiene de la mano de las estadísticas y el discurso político.
La baja inflación que pregona el Gobierno no se refleja en el bolsillo de las personas, ya que el termómetro de la calle dice todo lo contrario y se refleja en las ferias y mercados, donde subieron los precios de algunos productos de la canasta familiar.
El economista, Gabriel Espinoza, escribió en su twitter, @g_espinoza: “Digan lo que quieran, pero en el 2020 el maple de huevo costaba 20 – 24 bolivianos. Hoy no se consigue nada por menos de 30. Sabemos claramente a dónde vamos”.
Mientras el director de la Fundación Tierra, Gonzalo Flores, escribió en su twitter @DonGonchi: “Luis Arce: es deshonesto decir que tenemos la inflación más baja, sin decir que los carburantes están subsidiados, que el tipo de cambio está apreciado y que los precios están fijados por subvenciones y barreras administrativas”.
Y el analista Joshua Bellott Sáenz escribió en su twitter: “ @joshuabellott: los alimentos y bebidas importados entre 2022 y 2020 subieron en un 55%”.