Ricardo Muniz
En un artículo publicado en la revista Cosmetics, se describe un trabajo en el cual se incorporó a los protectores solares ácido rosmarínico, un ingrediente activo antioxidante que se agrega a los tradicionales filtros ultravioleta, uno contra la radiación UVB, el metoxicinamato de octilo, y otro contra la radiación UVA, la avobenzona.
El grupo de investigación obtuvo un incremento de la eficacia del sistema fotoprotector mediante el agregado de tan solo un 0,1 % de ácido rosmarínico, una concentración muy reducida en comparación con las que normalmente se encuentran presentes en los filtros ultravioleta tradicionales. El resultado de ello mejoró el desempeño de los productos sin necesidad de elevar las concentraciones de los principios activos y reduciendo tanto su aplicación en el cuerpo como el desechado de mayores proporciones de sustancias químicas sintéticas en el ambiente. Se obtuvo un aumento superior al 41 % del valor del factor de protección solar (FPS: cuanto mayor es, más protegida queda la piel contra la radiación solar) tanto in vitro como en seres humanos.
Otra ventaja residió en que, al agregarle a la mezcla de los filtros el ácido rosmarínico, las muestras adquirieron propiedades multifuncionales: aparte del desempeño fotoprotector, el sistema pasó a tener actividad antioxidante de la piel y a actuar como un producto cosmético con acción antienvejecimiento.
“El interés de nuestro grupo de investigación al investigar sistemas fotoprotectores consiste en evaluar potenciales estrategias tendientes a mejorar el desempeño de los protectores solares, es decir, descubrir medios para incrementar la protección de la piel contra la radiación proveniente del Sol y también mejorar el perfil de estabilidad del producto para que se mantenga durante más tiempo íntegro, seguro y eficaz”, dice el farmacéutico y bioquímico André Rolim Baby, docente de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Sao Paulo (FCF-USP), en el estado de Sao Paulo, Brasil. “También apuntamos a elaborar productos o sistemas con un menor impacto ambiental, con posibilidades de disminuir la concentración de los filtros tradicionales mediante la incorporación de ingredientes naturales que aportan mejoras en la fórmula, y tenemos un gran interés en mapear otras propiedades cosméticas de las moléculas fotoprotectoras, tales como la acción antirradicalar [contra los radicales libres] y protectora de biomarcadores de las capas externas de la piel”, añade.
UN COMPUESTO MULTIFUNCIONAL
Esta investigación formó parte de un proyecto apoyado por la FAPESP cuyo objetivo consistió en mapear las propiedades quimiopreventivas de diversos filtros solares ultravioleta.
El ácido rosmarínico, una sustancia polifenólica existente en plantas tales como el romero y la salvia, posee diversos atributos biológicos, aparte de ser antioxidante: es antiviral, antiinflamatorio, inmunomodulador, antibiótico y antineoplásico.
En un artículo de revisión publicado en 2022 en la revista Nutrients, el grupo de investigación puso de relieve el uso y los beneficios de esta sustancia como suplemento alimentario con impacto sobre diversos aspectos cosméticos de la piel, tales como incremento de la firmeza cutánea y la disminución de las arrugas. “En otra investigación, verificamos que el ácido rosmarínico posee un potencial efecto en el aumento de la hidratación superficial de la piel, un resultado que refuerza la necesidad de realizar más estudios sobre esta sustancia en el área de la cosmetología”, complementa Rolim Baby.
En los ensayos in vitro, se utilizó un aparato exclusivo para la determinación de parámetros de la protección solar denominado Labsphere UV2000S, adquirido con financiación de la FAPESP.
Aparte de Rolim Baby, firman el artículo Maíra de Oliveira Bispo, Ana Lucia Morocho-Jácome, Renata Miliani Martinez, Claudinéia Aparecida Sales de Oliveira Pinto, Maria Valeria Robles Velasco (USP), Cassiano Carlos Escudeiro (Instituto de Pesquisa Clínica Integrada, un laboratorio privado con sede en la localidad en Jundiaí, en Sao Paulo) y Catarina Rosado, de la Escuela de Ciencias y Tecnologías de la Salud de la Universidade Lusófona de Humanidades e Tecnologias de Lisboa, en Portugal… (Agencia FAPESP).