viernes, julio 5, 2024
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Alimentos en unidades educativas

Rogelia Cocarico Soldado

Según varios estudios, muchos productos que son expendidos en puestos dentro de establecimientos educativos y en sus alrededores, son nocivos para la salud de los estudiantes. Estudios realizados por entidades como el Centro Boliviano de Investigación y Acción Educativa en las ciudades de La Paz y El Alto, constataron que esos productos no cumplen las normas de seguridad alimentaria, además de contener elevadas calorías que, con el transcurso del tiempo, derivan en problemas gastrointestinales y cardiacos.
El consumo desmedido, por parte de niños y jóvenes estudiantes, de papas fritas, gaseosas y otras golosinas conlleva riesgos que después se traducen en obesidad y enfermedades vinculadas a ella. Por tanto, no son de beneficio para la salud de las personas, mucho menos de los niños. Esta alarmante situación ocurre en todas las unidades educativas, donde los estudiantes no tienen opciones, porque los puestos de venta están llenos de golosinas, grasas saturadas, salchipapas, salteñas y otros productos que niños y jóvenes consumen en el recreo y al salir de escuelas y colegios.
La mayoría de estos productos están expuestos al sol y la contaminación. Tampoco tienen una adecuada conservación, ni cuentan con fecha de vencimiento. Los productos conocidos como chatarra contienen abundantes calorías, grasas saturadas, saborizantes y colorantes dañinos para la salud, que producen a largo plazo enfermedades cancerígenas, gastrointestinales y desnutrición crónica. Además, la variedad de chocolates, palitos chinos y otros dulces generan problemas dentales.
Recordemos que en los años sesenta, en puestos de venta de establecimientos educativos de la ciudad de La Paz, los niños y jóvenes podían adquirir productos elaborados por las mismas vendedoras, como pito de cañahua, ensaladas de frutas, refrescos de futas secas y otros. En el área rural los padres de familia enviaban a sus hijos a la escuela con sus meriendas, acompañados de habas tostadas y otros de cada región.
Es un problema integral, que requiere que las autoridades municipales realicen el control y seguimiento del expendio de los productos en inmediaciones de las unidades educativas y los ofrecidos por los mismos porteros, prohibiendo la venta de todo producto considerado nocivo para la salud de los estudiantes. No se aborda el tema del desayuno escolar, ya que en muchos municipios se ha brindado a los estudiantes productos horneados: pan de arroz, queques de almendras y otras variedades, además lote de frutas y miel. Y dependiendo la temporada, frutas como bananas, mandarinas, además de raciones de miel. Entre los lácteos y misceláneas están yogurt y leches saborizadas. En algunas regiones, las madres de familia preparan almuerzo escolar.
Por otra parte, se requiere implementar programas de capacitación de maestros y alumnos sobre la adecuada alimentación para el desarrollo del ser humano. Se debe impulsar el cambio de hábitos de alimentación tanto de los niños, como de los padres de familia y docentes.
Es prioritario que las autoridades de educación y de los gobiernos municipales detengan la venta de productos que atentan contra la salud de los estudiantes, con la adopción de políticas para erradicar la venta de alimentos dañinos para la salud.

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