Estados Unidos y la Unión Europea vuelcan su mirada hacia Latinoamérica. Están interesados en promover las inversiones. Hace unos meses los países europeos anunciaron una inversión de 50.000 millones de dólares en América Latina y el Caribe. Por su parte, EEUU sugirió crear la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP).
El país está en un momento crítico, con escasez de divisas y necesidad de crédito externo. Creo, coincidiendo con la sugerencia de la Fundación Milenio, que es el momento de aprovechar estas iniciativas y hacer todos los esfuerzos para captar nueva inversión extranjera, que permita suplir la falta de recursos para la inversión pública.
“Quedar fuera del APEP es desaprovechar una ocasión única para impulsar nuestras exportaciones a Norteamérica y a otros mercados dinámicos de la región, además de privarnos de inversiones extranjeras para expandir y diversificar la producción de alimentos, minerales, energías y otras manufacturas y servicios tecnológicos, así como del financiamiento que estará disponible a través de la agencias del gobierno estadounidense y del BID para proyectos de infraestructura y desarrollo social”, remarcó Oporto.
La APEP es una iniciativa que lanzó el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en 2022 durante la Cumbre de las Américas, en Los Ángeles. Este proyecto tiene como objetivo combatir la desigualdad económica y fomentar la integración regional.
A principios de este mes, los presidentes de varios países de la región se reunieron en la Casa Blanca para analizar los alcances que tendrá este proyecto. A la cita acudieron Gustavo Petro, de Colombia; Gabriel Boric, de Chile; Dina Boluarte, de Perú; y Luis Lacalle, de Uruguay.
La declaración de los jefes de Estado reunidos este 3 de noviembre en Washington, remarcó la importancia de las cinco prioridades adoptadas en la APEP:
– Fortalecer la competitividad e integración regional.
– Fomentar la prosperidad compartida y la buena gobernanza.
– Construir infraestructura sostenible.
– Proteger el medioambiente, y
– Promover comunidades saludables.
Veamos a dos grandes: China y Rusia no tienen problema en vender a EEUU o Europa, porque las divisas que necesitan las obtienen vendiendo al comprador que encuentren a través de su sector empresarial.
La Cumbre de la APEP dispuso que la organización está abierta a acoger a otros países que aún no se han incorporado a esta Alianza. Esta es la oportunidad que tiene que tomar el presidente Luis Arce para incorporar a Bolivia en la APEP.
Oporto recordó los enormes perjuicios que para Bolivia significó perder el acceso preferencial al mercado de Estados Unidos a través del Atpdea en el gobierno de Evo Morales, principalmente para las exportaciones de textiles y otras manufacturas nacionales en los años 2000.
Las iniciativas de cooperación de la Unión Europea y los Estados Unidos muestran el renovado interés de las potencias occidentales en reconstruir sus vínculos comerciales y económicos con América Latina, y en parte para contener la presión migratoria y los problemas sociales que son caldo de cultivo de la inestabilidad política.
La APEP quiere ser una gran plataforma hemisférica para ayudar a los países a afrontar juntos los retos comunes en materia de generación de empleo, infraestructura, inclusión social, medioambiente, entre otros.
Esta alianza llega a pocos meses de que la Unión Europea ofreciera en la reunión con la Celac invertir 50.000 millones de dólares en planes de financiamiento para promover el progreso social, la innovación tecnológica y energías renovables de Latinoamérica.
El Gobierno también debe considerar que, por primera vez en 15 años, los dos mayores bancos institucionales chinos —el Banco de Desarrollo y el Banco de Exportación e Importación— no hicieron nuevos préstamos soberanos a América Latina en 2020.
Esto se debería a que Pekín se dio cuenta de que los préstamos soberanos corren un riesgo de renegociación, algo que no le atrae mucho, y que China está cambiando la forma de hacer negocios en la región. Sus empresas están más interesadas en participar de asociaciones público-privadas o en otras formas de inversión.
El autor es Licenciado en economía, doctorado Ph.D. en Relaciones Internacionales, Académico de Número de la ABCE y Presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP).