Mauricio Mamani Pocoaca
Parte I
Como nunca antes, hemos avanzado precipitadamente hacia el precipicio. El actual gobierno del Estado Plurinacional se ocupa de cualquier cosa, menos de los problemas emergentes de nuestro país, en materia económica, cultural, educación agropecuaria y medio ambiente. En todos los niveles estamos de mal en peor. Se presentó en la población urbana el desempleo y la incertidumbre laboral y el futuro próximo será peor, porque está llegando la mundialización del desempleo. Nuestra situación agropecuaria, en especial en la región altiplánica y los valles interandinos, se encuentra en una decadencia jamás vista en el pasado. La migración campo-ciudad, ocasionó en las comunidades altiplánicas el estancamiento y un bajón de la producción agropecuaria. Hoy las comunidades están pobladas solamente con gente de la tercera edad, desaparecieron los jóvenes de ambos sexos.
Cuando yo era niño, en mi comunidad pastábamos con mi hermana 257 ovejas y mi familia tenía 25 vacas lecheras y 4 toros para arar la tierra. En la actualidad nadie tiene esa cantidad, apenas arrastran de 5 a 7 ovejas y algunos tienen de 5 a 6 vacunos. Por todo lo mencionado, la pobreza del sector rural es irrecuperable. Fuera de ello, el minifundio de la tierra es otra preocupación que existe en toda la región. La Reforma Agraria dotó a cada familia con cinco hijos 10 hectáreas, ¿y ahora cada uno cuenta con dos hectáreas? Esta situación es la principal causa de la salida de los jóvenes de sus comunidades.
En el pasado, el Secretario General del Sindicato se preocupaba por el mejoramiento agropecuario comunal y buscaba proyectos de desarrollo para el mejoramiento de sus cultivos y el ganado, e incluso se conectaba con los ONGs a nivel internacional para programar proyectos de desarrollo agropecuario para sus comunidades. En la actualidad, olvidaron sus obligaciones, siendo actualmente simples serviles del gobierno anti-campesino.
En todas las ciudades existen problemas sociales por desempleo y la pobreza está como en el pasado no se había visto, con jóvenes que suben a vehículos de transporte urbano (colectivos o micros) para dar una explicación sobre su situación y pedir unos centavos de limosna a los pasajeros; eso ocurre casi en todas las ciudades del país. Además, en las calles de las ciudades, campesinos duermen en la intemperie y mujeres se sientan en las aceras de las avenidas solicitando limosna a los transeúntes. Esas actitudes de hombres, mujeres y jóvenes es el indicador del avance de la pobreza en nuestro país.
Mientras tanto, las manifestaciones de sectores sociales, marchas de cocaleros, magisterio, comerciantes y transportistas con sus bloqueos en las carreteras son constantes, casi es una costumbre con el gobierno actual. Los perjudicados por las constantes marchas y bloqueos son los habitantes de todas las ciudades.
La delincuencia es motivo de las noticias del día, por atracos a las personas, robos en domicilios, estafas y denuncias sobre corrupción en la administración pública. Los autores de estas anomalías en su mayoría son jóvenes desocupados, que por no morir de hambre tienen que delinquir, no tienen otra opción. En cambio, la corrupción en los políticos campea, como en el caso “Fondo indígena”, para ser ricos en su vida futura, con el dinero mal habido.