50 días de incendios forestales y Gobierno no declara emergencia

Han transcurrido 50 días desde los reportes de incendios forestales provocados en diferentes áreas protegidas del país, cada día el fuego destruye miles de hectáreas de los parques nacionales que afectan a comunarios e indígenas, además de la pérdida irreparable de especies de la fauna y flora; entretanto, las autoridades gubernamentales no declaran emergencia.
El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue expresó ayer su preocupación por la situación de los incendios que se registran en el país y observó una ausencia de acciones de parte del Estado y algunas autoridades para proteger el medio ambiente y cuidarlo.
De acuerdo con datos oficiales, los incendios ya consumieron más de 3 millones de hectáreas y la tendencia es a crecer afectando sobre todo a los pueblos indígenas en los departamentos de Santa Cruz, Beni y La Paz.
“¿Estamos esperando que se destruya todo y seguir lamentándonos? No podemos seguir callados ni seguir indiferentes a tanto sufrimiento. Qué pena, se habla tanto de los pobres y de los indígenas ¿acaso no son ellos los que están sufriendo? o ¿es que se los quiere hacer desaparecer a los indígenas?”, cuestionó.
En su homilía dominical, recordó que durante muchos años los políticos dijeron defender a los indígenas, pero en las actuales circunstancias, se permite que la casa grande de los indígenas se esté quemando.
Desde el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) se exigió a autoridades de todos los niveles de Gobierno, así como la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) asumir todas las medidas posibles para detener el “ecocidio” a causa de los incendios forestales.
La diputada de Creemos, María René Álvarez, destacó que el pedido por la abrogación de la Ley 741 continúe sumando voces de apoyo para que esa norma, calificada como “incendiaria”, quede expulsada del ordenamiento jurídico vigente y con ello se puedan frenar los incendios forestales en Bolivia.
Por otro lado, el expresidente Carlos Mesa Gisbert condenó la “indolencia” del Gobierno ante incendios, llamó a la ciudadanía y a las fuerzas democráticas a presionar para frenar la actual crisis ambiental.