El pacto fija las condiciones para la presencia de fuerzas marítimas y terrestres norteamericanas en el país. Fue en una reunión a puertas cerradas de autoridades.
El Gobierno de Estados Unidos firmó un acuerdo con Ecuador para el envío de fuerzas militares terrestres y marítimas al país, que tendrían como objetivo combatir a las organizaciones del narcotráfico.
Varios congresistas estadounidenses fueron informados durante una reunión a puerta cerrada en la que también estuvo presente el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, según reveló el miembro de la Cámara de Representantes Dan Crenshaw a The Washington Examiner.
El Departamento de Estado emitió más de una treintena de comunicados de prensa, pero no dio ningún tipo de publicidad al acuerdo suscrito con Ecuador, pero un portavoz del Departamento aseguró que se firmaron un acuerdo de status de fuerzas y un acuerdo de fuerzas marítimas.
El acuerdo marítimo permite la presencia de buques militares estadounidenses en aguas de la costa ecuatoriana, una ruta utilizada habitualmente por los cárteles de la droga colombianos para transportar cocaína.
El segundo acuerdo fija las condiciones para la presencia de militares estadounidenses en Ecuador.
ESCALA DE VIOLENCIA
El acuerdo llega en un momento en que Ecuador vive una escalada de violencia que las autoridades atribuyen al enfrentamiento entre bandas criminales, vinculadas al narcotráfico.
El país andino pasó en cinco años de 5,8 a 25,32 asesinatos por cada 100.000 habitantes, la cifra más alta desde que se tiene registro en el país, según los expertos esa tasa podría alcanzar incluso los 40 para finales de 2023.
Asimismo, la violencia se metió en la campaña presidencial para elegir al sucesor de Lasso, con el asesinato a tiros del candidato Fernando Villavicencio durante un acto de campaña en Quito, el pasado agosto.
Villavicencio, un periodista de 59 años, era muy crítico con el crimen organizado, había denunciado días antes de su muerte y recibía amenazas de José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, identificado como líder de Los Choneros, grupo con nexos con el mexicano cártel de Sinaloa.
Tras el asesinato, las autoridades ecuatorianas arrestaron a seis ciudadanos colombianos, sospechosos de haber perpetrado el ataque.
En otra muestra de la cooperación entre Ecuador y Estados Unidos, el FBI asiste a Quito en la investigación del magnicidio.
El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció una recompensa de hasta 5 millones de dólares, por información que lleve a la captura de los cabecillas responsables del asesinato.
“Estados Unidos seguirá apoyando al pueblo de Ecuador y trabajará para llevar ante la justicia a los individuos que buscan socavar los procesos democráticos a través del crimen violento”, dijo en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. (Infobae/Europa Press/Efe)
EEUU y Ecuador firman acuerdo para combatir el narcotráfico
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