Edgar Salazar Limachi, presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb) y afín al Gobierno, se encuentra en el epicentro de una profunda controversia derivada de acusaciones de estafa que han desatado un escándalo de proporciones nacionales.
Las imputaciones, provenientes de aspirantes a la Universidad Pedagógica Mariscal de Sucre, señalan a Salazar como presunto partícipe de una trama fraudulenta. Este último acontecimiento se suma a anteriores episodios conflictivos en la carrera de Salazar, quien ha enfrentado críticas relacionadas con asuntos familiares y su desempeño en la Compañía de Electricidad.
Sin embargo, las recientes acusaciones han elevado las tensiones al extremo de desencadenar un enfrentamiento público el pasado lunes entre Salazar y los supuestos afectados, marcando un capítulo turbulento que ha captado la atención de la opinión pública.
En declaraciones exclusivas a la radio Erbol, Salazar categorizó el incidente como un «error», expresando pesar por lo que él interpreta como una distorsión de los hechos por parte de un periodista.
Salazar acusa al periodista de acosarlo y perseguirlo con acusaciones falsas, argumentando que el altercado público tuvo su origen en un contrato de alquiler particular pendiente. Según Salazar, esto forma parte de una campaña en su contra orquestada por el mencionado periodista, quien, según él, ha tergiversado la realidad a través de sus publicaciones en redes sociales.
Hasta el momento, el periodista señalado no ha respondido a las reiteradas solicitudes de este medio de comunicación.
Este nuevo capítulo en la trayectoria de Edgar Salazar, quien lideró la toma de la Apdhb en el pasado, pone de manifiesto las tensiones internas y divisiones dentro de la Asamblea. Salazar es considerado un dirigente paralelo afín al Gobierno, añadiendo un componente político a la controversia que se desarrolla en el seno de la institución de derechos humanos. (Erbol)