miércoles, septiembre 4, 2024
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¿Cómo terminar con el Estado burocrático y corrupto?

La política se relaciona con la expresión de la voluntad del Estado y la administración pública. En pocas palabras, como decía mi maestro en la UNAM: “La política decide, el gobierno actúa”. Política, gobierno y administración pública implican voluntad de servicio y ejercicio del poder, que nace del pueblo, para el pueblo y por el pueblo (Democracia). Cuando analizamos la administración pública en la “era del MAS”, encontramos que ésta tiene por meta el partido, no la sociedad. Existe solamente en función del partido y no de la sociedad boliviana. Esta administración pública, a la cabeza del MAS, terminó por liquidar el espíritu y la ética públicas. Esta decadencia en la administración pública debe acabar y pronto.

El establecimiento del Estado Plurinacional obedeció a la naturaleza ambiciosa y destructora del hombre, como zoon politikon. Hoy la administración pública plurinacional, es la actividad encaminada a acrecentar el poder de la rosca del MAS, de la cúpula dirigencial corrupta de las organizaciones sociales cogobernantes. Auspicia la división entre los bolivianos (partidos, regiones, clases y género). Esta rosca política tradicional, cuya línea política es: Divide y vencerás, divide y reinaras, sobre los pobres, que solo piensan en sus problemas cotidianos, pensando cada día en qué se llevarán a la boca. Si el narcotráfico y el contrabando maquillan la realidad económica, eso no importa, lo importante es que exista cierta estabilidad de precios, sin importarles a los masistas que la factura acumulada hasta la fecha, la pagarán las generaciones futuras. Solo piensan en ellos, son narcisistas, maquiavélicos y hay uno que otro psicópata.

 

¿Cómo terminar con el Estado burocrático y corrupto?

La táctica mala y corruptora del MAS, diseñada para mantener el poder, es establecer un Estado burocrático y corrupto. Mediante este aparato estatal logra un control total sobre los ciudadanos bolivianos, porque a través de las oficinas públicas, es ejercido el poder político, por pequeños tiranos que solo utilizan las instituciones públicas para su beneficio personal. Max Weber decía que “la burocracia en sentido positivo, debe ser el tipo de organización administrativa, puramente técnica, capaz de lograr, el grado más alto de eficiencia y eficacia”. Pero el instrumento político del MAS, transformó la burocracia en el sentido más negativo del término. Los negligentes y mal intencionados deben darse cuenta que el carnaval acabó. No hay mal que dure 100 años.

Para los bolivianos de a pie, quienes padecemos los resultados de las gestiones de gobierno del MAS y de la clase política boliviana, la burocracia política significa: lentitud, exceso de trámites, distanciamiento entre el funcionario público y la gente, producto de un exagerado número de empleados públicos con avales políticos, donde el amiguismo, nepotismo y el clientelismo político han hecho su fiesta en Bolivia. Además, es un fantasma que pesa demasiado y que resulta muy costoso para las malogradas arcas del Estado. Una gran parte del porcentaje del presupuesto general del Estado, se lleva la burocracia ineficiente y parasitaria. La alta burocracia en Bolivia, está constituida por los dirigentes políticos del partido gobernante, que van desde el presidente, hasta el último de los funcionarios. La baja burocracia, son funcionarios designados por el superior, nunca sobre las bases del mérito. El MAS odia la meritocracia, si no son elegidos sobre la base de los intereses personales, de grupo y de partido. Los problemas se agravan cuando una organización corrupta se consolida en el poder.

Los del MAS no comprenden que las personas van y vienen, las instituciones permanecen. Ellos piensan que eternamente se quedarán en el poder, para ellos todo es improvisación, desconocen sus obligaciones, perdieron la objetividad en el ejercicio del poder. No les importan la crítica, se cierran a toda iniciativa de reforma del Estado, el lavado de cerebro dentro del MAS fue gigantesco, qué equivocados están, la soberbia y la miopía política tocó fondo en el instrumento político. Pero la burocracia se corrompe con la arbitrariedad y el abuso en el ejercicio del poder. Esta “incapacidad entrenada”, conduce a la deformación profesional, es ahí donde emerge la corrupción. Al corrupto personalmente le conviene la corrupción, aunque al resto le perjudique. En un sistema corrupto cada involucrado se beneficia, hasta que la nave del Estado colapsa y todos sucumben.

La corrupción es la raíz del atraso social, cultural y económico. La corrupción en Bolivia, no solo causa costos económicos y sociales, su carácter perjudicial deriva principalmente de que debilita los principios morales, afecta al Estado de Derecho, daña los principios de autoridad, propicia la injusticia, la desigualdad, permite la impunidad de los poderosos y el ultraje a los desposeídos. Desvaloriza el esfuerzo, el mérito, los logros y recompensa el oportunismo, porque desvirtúa la búsqueda del beneficio colectivo. En Bolivia hay formas coordinadas y permanentes de corrupción, que llegan a generar organizaciones paralelas (mafia) a las formales. “En Bolivia, no todos los casos de corrupción son detectados, no todos los detectados pueden ser probados y no todos éstos son sancionados”.

Para terminar con el Estado Plurinacional burocrático y corrupto, el próximo gobierno, a la cabeza de un nuevo presidente, si no quiere seguir en la misma situación, deberá tomar las siguientes medidas:

— Cambiar el actual modelo económico agotado, acorde a una nueva visión de país. (Mediante acuerdo, pacto).

— Digitalizar la administración pública en Bolivia. (Modernizar el aparato burocrático).

— Racionalizar urgentemente el gasto público. (Un gobierno austero).

— Reducir el Órgano Ejecutivo. (Reingeniería de procesos y funciones).

— Reformar sectorial y regionalmente el Estado. (Más autonomía, mayor descentralización).

— Reemplazar la Ley 1,178, por un nuevo modelo de administración pública. (Nueva ley).

— Despojar a la administración pública de su carácter político, los cargos públicos deben dejar de ser “propiedad privada” de los partidos políticos y de los vividores del Estado. (Botín político).

— Terminar con todo tipo de intereses y privilegios de la clase política. (Purificar la cosa pública).

— Combatir la corrupción y la impunidad en el sistema de administración de justicia. (Meritocracia).

— Seleccionar a los mejores profesionales para hacer una nueva y buena gestión de gobierno, más vale pocos, pero buenos servidores públicos, con vocación de servicio. (Conocimiento experto).

 

Jhonny Vargas es Politólogo y Docente de Postgrado.

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