jueves, julio 4, 2024
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Economía boliviana cierra con señales negativas y un crecimiento menor

La escasez de dólares, déficit comercial, baja inversión extranjera, son algunas señales negativas con las que cierra la economía boliviana en 2023.

Los indicadores alertan sobre el futuro de la economía del país que genera preocupación y se espera que el Gobierno tome en cuenta esto para retomar el camino de la producción, empleo y el ingreso.

El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Jaime Ascarrunz, en su presentación del informe, señaló que este 2023 ha sido un año en el que han aparecido señales de alerta sobre el futuro de la economía boliviana. “Creemos que es importante que el Gobierno tome en cuenta estas señales y enfrente las mismas con decisión para evita que la economía entre en un camino de reducción de la producción, el empleo y el ingreso”, agregó.

Nombró algunos hechos que marcaron la gestión que está a punto de concluir, como la escasez de dólares, de carburantes, caída de las exportaciones, bajo acceso a créditos internacionales, menor inversión extranjera, reducción de la calificación crediticia y una caída en el crecimiento.

Este año ha sido evidente la escasez de dólares. La pronunciada caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN) que hemos observado en los últimos años ha alcanzado un nivel que ha obligado a racionar las divisas que pone a la venta el Banco Central, sostuvo.

Las estimaciones muestran un nivel de reservas a agosto del presente año de 2.147,3 millones de dólares, de los cuales solo 437,9 millones correspondían a divisas, pero algunos economistas indican que la cifra a noviembre es mucho menor, pues el dato es de hace tres meses.

Ese contexto, ha llevado a los importadores recurrir a diferentes formas para conseguir dólares. En la mayoría de los casos esto significa que han tenido que pagar por encima del precio oficial, lo que encarece los costos tanto de bienes finales como de bienes intermedios importados, sostuvo.

Las transferencias de recursos al exterior también se han encarecido. Llegaron a pagar casi 10% del monto transferido vía bancaria. Si bien la brecha entre el precio oficial y del mercado paralelo se ha mantenido estable, se corre el riesgo que la brecha se amplié, que provocará una subida de precios.

Ascarrunz fue claro en señalar que el origen de esos problemas reside en la caída en la producción de hidrocarburos, que conlleva menores ingresos por la venta a mercados vecinos.

Con los últimos datos disponibles, a agosto del presente año, la producción petróleo ha sido de 5.849.000 barriles, un 16% por debajo del nivel producido en el mismo período el 2022. La de gas natural acumulada al mismo periodo ha sido 9.088 millones de metros cúbicos, un 13% menor.

Comparada con la producción en los primeros 8 meses de 2014 (año en el que se alcanzó la máxima), a agosto ha caído en 39% en el caso del gas natural y 54% en el caso del petróleo. Por ello, la brecha entre el volumen comercializado y la producción se ha ido agrandando en la gasolina como en el diésel, de acuerdo al informe de la CNC.

Ese marco negativo ha provocado un aumento en las importaciones de carburantes. A septiembre del presente año el país importó 2.156 millones de dólares en combustibles, pero la reducción de divisas ha hecho que éste tenga dificultades para comprar hidrocarburos. La escasez en el suministro de carburantes es evidente.

COMERCIO

En el caso del comercio exterior, a septiembre del presente año se han reducido en relación al mismo período del pasado año en 2.496 millones de dólares.

La reducción en las exportaciones proviene tanto del sector de hidrocarburos como de la minería y productos no tradicionales. En cambio, las importaciones han caído menos, en 244 millones de dólares. Hasta septiembre se había registrado un pequeño déficit comercial de 79 millones de dólares, frente a un superávit de 2.169 millones de dólares en el mismo período el pasado año.

DEUDA

Los desembolsos de deuda externa han ido cayendo, mostrando un menor acceso al crédito externo. Por otro lado, el servicio de la deuda (pago de la deuda externa y sus intereses) se ha ido haciendo más pesado.

Hasta septiembre de este año, los desembolsos sumaron 871,4 millones de dólares, mientras que el servicio de la deuda alcanzó 1.235,3 millones.

Asimismo, la inversión extranjera se ha reducido. El pasado año fue negativa (menos 26,4 millones de dólares). No tenemos cifras para lo que va del año. Pero seguramente la inversión directa será reducida también este año.

Todo ese complejo panorama económico se ha reflejado en una caída en la tasa de crecimiento este año. Al primer semestre la tasa del crecimiento del PIB fue de 2,2%. Hay que destacar la caída en este primer semestre de dos sectores muy importantes para la economía nacional: los hidrocarburos (cuyo PIB cayó en 5,7%) y la industria (que cayó en 0,8%).

La proyección de crecimiento del PIB es de 1,8% de acuerdo al FMI. De 1,9 de acuerdo al Banco Mundial y de 2,2 según la CEPAL. Estas cifras son mucho menores a las tasas de crecimiento experimentadas en los años anteriores.

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