El secretario ejecutivo del Magisterio Urbano de El Alto, Felipe Loza, señaló que en el departamento de La Paz, a la fecha, se registraron más de 70 denuncias contra maestros y que “las acusaciones se incrementan día a día” por estudiantes reprobados. Refirió que en la actualidad, varios padres de familia y estudiantes piensan que “aprobar de curso es un derecho y no una obligación”.
“En el departamento de La Paz tenemos más de 70 denuncias y día que pasa día que va creciendo ese número (…) Tenemos estudiantes o hijos de cristal, cuando apenas les llamas la atención a los estudiantes prácticamente ya es bullying, ya es tema psicológico”, lamentó el dirigente.
Al parecer, la labor del educador ha sido tergiversada, pues los estudiantes al creerse de “cristal” y casi intocables pretenden que no se les llame la atención bajo ninguna circunstancia y se “olvidan” que la nota debe ganársela con esfuerzo y cumpliendo las obligaciones escolares.
“Lo único que los maestros realizamos es llamarles la atención, sí, pero por su irresponsabilidad del estudiante y las llamadas de atención son como corresponde de acuerdo a norma, respetando al ser humano y es en ese marco, los estudiantes están confundiendo, los padres de familia también, piensan que aprobar de curso es un derecho, cuando no es un derecho, es una obligación del estudiante”, reflexionó Loza.
Asimismo, indicó que el magisterio emitió un pronunciamiento referido a que si el ministro de Educación, Edgar Pary, pretende fomentar la inclusión de las defensorías, cometerá un error dando toda la razón al estudiante y con escasa probabilidad de que el maestro pueda defender su posición.
“Si el ministro (de Educación) pretende mantener las defensorías, entonces que nos diga a los maestros y por Decreto Supremo que les apruebe (a los estudiantes) así los maestros no nos hacemos problema. Lo único que los maestros queremos es que nuestros estudiantes sean el bien para el futuro, nada más”, manifestó.
Por otro lado, reprochó el accionar de las defensorías a las que calificó de “sanguijuelas, porque se agarran de lo más débil”, es decir, a simple denuncia, el estudiante tiene toda la razón e inmediatamente instauran, incluso, un proceso penal contra los profesores.
Por eso, criticó la labor de esas instancias y cuestionó sus acciones. “¿Qué hacen las defensorías por aquellos niños que están en las calles penando, qué hacen por aquellos adolescentes que sufren violencia intrafamiliar?, no hacen absolutamente nada”, finalizó.