martes, septiembre 3, 2024
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La necesidad de tener hornos de fundición

La Fundición de Estaño “Oruro”, del señor Mariano Peró, inauguró sus actividades en el año 1945, por iniciativa del gobierno de esa ápoca. Fue diseñada para fundir 10.000 toneladas de estaño. En 1962 se dijo que aquella “goza y tiene el suficiente respaldo financiero” (1). Había, obviamente, otras similares.
Bolivia, uno de los principales productores de estaño, en aquellos memorables años, tenía la imperiosa necesidad de contar con una institución de esa naturaleza. De ahí que sus gobernantes, de profunda convicción nacionalista y esencia patriótica, alentaron la instalación de dicha planta, aprovechando la predisposición del sector privado. Gobernaron, por lo visto, priorizando los supremos intereses nacionales y, por ende, el bienestar social. Con una incuestionable vocación de servicio a los sectores más desprotegidos. Con el propósito de mejorar las condiciones de vida de la población, en circunstancias en las que el súper estado minero, hacía y deshacía el destino de bolivianos y bolivianas.
El estaño incursionó en el mercado internacional, a partir de la Primera Guerra Mundial, como materia prima estratégica, para ser utilizada en la industria, en tiempos de paz y de guerra. Algunos potentados, a su sombra, amasaron fabulosas fortunas, que traspasaron, inclusive, las fronteras. A partir de la reversión de las minas al Estado, se constituyó en la columna vertebral de la economía. Pero la caída de la cotización del estaño, provocó miles de relocalizados. Elevó los índices del desempleo e incrementó el comercio informal. Pero continúa generando divisas. “A pesar del bajón de las ventas de gas, la pasada gestión salvó la exportación de minerales –entre ellos el estaño– que representaron más del 50%” (2), se comentó.
Pero en aquellos días no había cooperativas mineras destructoras de bosques ni contaminadoras, con mercurio, de los ríos, cuyos cauces significaron siempre vida y no enfermedades ni muerte. De éstas, “el 85% no tiene licencia ambiental y está haciendo minería porque el gobierno dirige su mirada hacia otro lado” (3). Son testaferros de potencias extranjeras, quienes se están adueñando del territorio boliviano. Impulsando el avasallamiento de tierras. Ni los barones del estaño asumieron tales acciones. Ahora buscan imponer sus designios, debilitando la democracia. Ejecutando medidas de presión, sin temor. Mientras se profundiza la pobreza. Aquellos nuevos ricos, que perciben grandes ganancias, surgieron con la aquiescencia de los gobiernos populistas. Es que se convirtieron en sus aliados, para que se perpetúen en el Poder. Ahora representan un peligro, para la Patria.
En suma: es bueno revisar la historia, de vez en cuando.

NOTAS
(1) Carta dirigida por los ejecutivos de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), a los secretarios de la H. Cámara de Senadores, con fecha 23 de noviembre de 1962. Firman Robert M. Humphreys y Antonio Sánchez de Lozada, Gerente General y presidente a. i., en forma respectiva.
(2) “Economía boliviana cerca un aterrizaje forzoso”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 8 de noviembre de 2023.
(3) “Recomiendan continuar con proyecto del litio y realizar pruebas con las nuevas tecnologías”. EL DIARIO, 12 de noviembre de 2023.

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