A pesar de todo, receso parlamentario

Actualmente la Asamblea Legislativa se caracteriza no solo por la pugna entre oficialistas y opositores, sino por duros enfrentamientos dentro del partido que gobierna, es decir, entre los llamados “arcistas” y “evistas”, partidarios del presidente Luis Arce y del exmandatario Evo Morales, respectivamente. Al respecto, hace poco, contra lo acostumbrado por estas fechas, el Legislativo rechazó entrar en receso por vacación, con la finalidad de debatir principalmente sobre la prórroga de mandato de las autoridades judiciales y la Ley del Presupuesto General del Estado 2024 con modificaciones, norma que ha sido cuestionada porque permitiría obtener préstamos y hacer crecer la deuda interna.
Sobre cómo se produjo esa decisión parlamentaria, se afirma que fue posible con apoyo de asambleístas evistas, opositores y algunos arcistas. Pero, poco después, el presidente de la Asamblea Legislativa, David Choquehuanca, comunicó el comienzo del receso legislativo, cumpliendo con el Art. 153 de la Constitución Política, medida que fue criticada por asambleístas oficialistas y opositores.
Sobre la actividad parlamentaria, recordemos que, particularmente desde hace aproximadamente quince años, la política partidista ciega las conciencias, por lo que los asambleístas, particularmente del oficialismo, se dedican casi exclusivamente a apoyar las medidas que favorecen al MAS, olvidando que son representantes nacionales, es decir que deben velar por los intereses de toda la población. Por el contrario, ahora se observa desagradables episodios de grescas e insultos entre ellos, además de triquiñuelas y maniobras de baja ralea para hacer aprobar medidas entre gallos y medianoche, lo que empaña la imagen de uno de los principales poderes del Estado.
Por ello siempre será necesario iniciar auditorías sobre las funciones que cumplen los parlamentarios, aunque se dice que ellos “aportan con la redacción de leyes, con el estudio de los problemas nacionales”, lo que es desmentido por la realidad. En todo caso, senadores y diputados deberían tener preparación sólida, conciencia clara, decisión de cumplir con sus deberes a pesar de decisiones partidarias que no beneficien a la colectividad. Pero en muchos casos se observa que fácilmente levantan la mano para aprobar medidas que no han analizado. Mientras que, en la oposición, con excepciones meritorias, se advierte resignación por ser minoría.
Por otra parte, el grado de conciencia de senadores y diputados queda revelado cuando no asisten a sesiones, no participan en las respectivas comisiones, no aportan con estudios y trabajos, no van a sus distritos que, además, no los han elegido por sus méritos, sino que fueron designados por el partido o su jefe. Lo peor es que hoy, por feroces pugnas entre bandos dentro del Legislativo, no se percibe solidaridad con millones de bolivianos que sufren por numerosos problemas, como la crisis económica, el desempleo y la falta de apoyo a la industria nacional, entre otros, por lo que la pobreza pulula en todo el territorio nacional.
¿No se necesita una auditoría para saber si el rendimiento de los parlamentarios justifica los jugosos ingresos que perciben?