El globalismo capitaneado por el Foro Económico Mundial nada bueno tiene planeado para nosotros, su más reciente “presagio” es “apocalíptico”. Cuando creíamos que habíamos dejado atrás todos los obstáculos y estábamos listos para un año prometedor, todo parece indicar que el próximo será desafiante, tal vez nos enfrentaremos a desafíos geopolíticos y tecnológicos cruciales. Estefany Escóbar y Rory Branker, lo dicen en ¿Nuestra última Navidad?, columna escrita en “Destacadas”, de la que extraemos lo más importante.
Esto representa una amenaza de potenciales consecuencias devastadoras en términos de seguridad nacional y económica. Estados Unidos enfrenta desafíos en su liderazgo económico y geopolítico, con cambios en el equilibrio de poder, evidenciados por el avance de Rusia en sus relaciones con China, prosiguen, que juegan al “quién es más poderoso”. ¡Un panorama poco alentador! Es importante despertar a los jóvenes del influjo digital y llevarlos al mundo real. Cerca al 31 de diciembre, es probable que miremos hacia 2023 como quizás el último año en que disfrutamos de una vida casi normal. Mientras las superpotencias del mundo siguen en desacuerdo sobre cómo avanzar hacia una era nueva, marcada por la inteligencia artificial y las monedas digitales, podemos contar con que el año que viene nos acercaremos a la III Guerra Mundial. Las élites globalistas han hecho todo lo posible para dejar pistas de cómo planean golpearnos a continuación, en su lista de crisis conjuradas.
Jeremy Jurgens, director general del Foro Económico Mundial declaró en su cumbre anual –enero de 2023– que probablemente se produciría un ciberataque importante antes de 2025.
Eso dejaría a 2024 como el año para que este horrible evento ocurra. Klaus Schwab, máximo de dicho Foro, advirtió ya en 2020 sobre un gran ciberataque que se avecinaba y que haría que la pandemia de Covid-19 pareciera “una pequeña perturbación”. También creen que los globalistas puedan implementar sus planes para un “Gran Reinicio” del orden mundial, con un EMP (pulso electromagnético) o una guerra nuclear. Pero una serie de ciberataques que cierren la infraestructura bancaria y de comunicaciones parece un escenario más probable, porque les permitiría a ellos cerrar a quienes dicen la verdad en línea y utilizar el caos y la confusión para acorralar a sus enemigos.
El dólar de USA está condenado. A finales de noviembre una enorme noticia ignorada y poco notada, incluso por los medios conservadores, hizo saber: Emiratos Árabes Unidos, abruptamente dejó de vender su petróleo en dólares estadounidenses, para avanzar a un mundo desdolarizado. Sería el principio del fin del dominio global del dólar, alertan, a menos que EEUU gane la Tercera Guerra Mundial y sea capaz de dictar los términos de la paz, lo que significará el fin de su dominio geopolítico. También es posible que estemos a cientos de años de distancia del momento en que el Rey de reyes aparezca con el trueno y el grito de un ángel para juzgar a los malvados, reunir a sus fieles seguidores y establecer Su Reino “en la tierra como en el cielo”. Podemos orar para que sea este último escenario el que nos espera durante nuestras vidas en el orbe. ¿Será una realidad o una hipótesis?
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