sábado, septiembre 28, 2024

Un nuevo año

Eric L. Cardenas del Castillo

Ha pasado raudamente un año y ha llegado otro, el tiempo pasa inexorable y la vida está sujeta a esa medida temporal. Seguramente en un balance del año transcurrido, éste nos habrá dejado cosas buenas y experiencias malas, pues todo tiene estos dos componentes, nada es absolutamente bueno ni malo.
Si echamos una mirada al tiempo pasado, nos encontraremos con éxitos y fracasos, pero lo importante es perseverar en los objetivos de vida y superar las dificultades. Al acabar un año y comenzar otro, solemos hacer un balance de lo pasado y proponernos objetivos de futuro inmediato, lo mismo debiera suceder en la administración del Estado, es decir, que los gobernantes hagan un balance sincero, realista de la situación de la sociedad boliviana y no como sucede en este tiempo, que para los gobernantes vivimos en el país de las maravillas y recitan unas cifras estadísticas elaboradas por el mismo gobierno, alejadas de la realidad en la que vivimos los ciudadanos.
La propaganda oficial nos dice que vivimos con estabilidad económica, con estabilidad de precios, y bajo índice de inflación, cuando tenemos déficit fiscal, déficit en la balanza de pagos, escasez de dólares en el mercado cambiario, lo que ha determinado que los precios de los productos importados suban, la mayoría de los productos nacionales también han subido de precio.
Las declaraciones oficiales nos hablan de un bajísimo nivel de desempleo, cuando la realidad nos muestra que alrededor del 85% de la actividad económica está en el sector informal, carente de los más elementales derechos laborales, de seguro social de corto y largo plazo, aguinaldo, etc. Por otro lado, las pensiones de los jubilados son muy bajas y tiene que regularse para que los beneficiarios cuenten con un ingreso medianamente digno.
El problema de los precios de los hidrocarburos, que están subvencionados, produce una grave iliquidez del Tesoro público, beneficiando a sectores que aportan muy poco al erario nacional, como las cooperativas mineras, que además contaminan los ríos y el medio ambiente. Se debe buscar un término medio de precio, que apoye la producción y beneficie a los sectores más deprimidos.
En el pasado hemos vivido la experiencia de la hiperinflación del gobierno izquierdista de la UDP, que podría haber llegado al 25.000%. Para superar ese cuadro, fueron tomadas medidas acertadas, como las del DS 21.060, que encaró el más destacado estadista del Siglo XX, Víctor Paz Entenssoro, que con sus medidas de shock, superó el cuadro de deterioro económico y social y nos llevó a una situación de estabilidad económica que duró dos décadas, como lo dijo el mismo ex presidente que tomó esas medidas.
Ahora estamos al borde de un cuadro de crisis económica y social del Estado, y como lo hizo Paz Estenssoro, tienen que ser tomadas medidas heroicas, especialmente rebajando drásticamente el gasto público y las inversiones en emprendimientos públicos que no son redituables y resultan una competencia desleal con el emprendimiento privado. Al contrario, deben ser volcados esfuerzos a fomentar la actividad privada, que es la que emplea mano de obra, tecnología y origina movimiento económico.
En lo individual, esperamos que el año nuevo que llega, nos traiga beneficios y prosperidad, y en lo colectivo, podamos tener un año con menor conflicto social, una justicia desprovista de corrupción y ajustada a la ley y la ética, un cuadro económico que nos permita vivir con certidumbre y paz social.
Deseamos que este nuevo año, para todos sea de paz y prosperidad.

El autor es Abogado, Politólogo, escritor y docente universitario.

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