domingo, noviembre 24, 2024
InicioSeccionesOpiniónEl instrumento político en crisis

El instrumento político en crisis

Severo Cruz Selaez

“Sea el expresidente, el actual u otro. Lo que importa es la continuidad del instrumento político en el Poder”, quizá sostienen, en el contexto regional y mundial, los aliados de tinte autoritario, de aquel partido. Es que no les conviene perder un aliado tan obsecuente e incondicional, en el epicentro del continente sudamericano. Posiblemente extremen esfuerzos, para que ello se cumpla, en las elecciones señaladas para el 2025. Acaso haya algún contacto, en esa dirección. Un régimen que envía cargamentos de alimentos a sus similares, por afinidad política e ideológica, antes que atender con prioridad el hambre de las personas necesitadas del país.
Soplan, en la coyuntura actual, vientos de trastrocamiento político, que harán trastabillar al populismo o engendro de una izquierda desorbitada. El proyecto de nueva Constitución populista, fue rechazado, en definitiva, en Chile. El vocero peruano de esta corriente, fue encarcelado por haber intentado ejecutar un golpe de Estado. En la Argentina fue barrido, en las urnas electorales. Ni qué decir del Paraguay. Son nuestros vecinos próximos, quienes, de una u otra manera, configurarán el futuro político en la región.
Bolivia no es una isla, sino un país rodeado de contactos. Rodeado ahora de gobiernos, que difieren del populismo. De ahí que éste se encuentra nervioso y, en última instancia, intentaría asumir el “sana, sana”, entre los denominados radicales y los que se consideran renovadores. El objetivo sería salvar de la catástrofe, no a Bolivia, sino al instrumento político, que se desmorona, como consecuencia de intereses particulares. De ese modo se podrían mantener, en el Poder, las dos fracciones, tan encontradas, de boca para afuera. Ambos sectores siempre han vivido de la prebenda, en los gobiernos populistas, desde el 2006. Prueba de ello es que los empleados públicos, afines a esa fuerza política, han aumentado en número, enormemente, en los últimos años. Gente que vive en el paraíso, mientras muchos sobreviven, en la austeridad.
En estos momentos pareciera que fueran irreconciliables. Parapetados unos en el trópico y otros en el altiplano. Los dardos llueven de ambos flancos. Nadie es tolerante ni reflexivo. La tensión sube día tras día. Se agudizaría ésta, de persistir la situación actual en 2024, con miras a la contienda electoral. Pero, con tales actitudes, pareciera que también mantienen vigente al alicaído instrumento político. Quizá despliegan, de manera subrepticia, una campaña proselitista, a fin de sobrevivir.
Tampoco sería novedad escuchar medias verdades, calumnias y falacias, de estos protagonistas de la política. Nos hemos acostumbrado a oír tales despropósitos. “El MAS entró en etapa de intensa crisis que ha puesto fin a un sistema político obsoleto. En efecto, el oficialismo se ha dividido, y ha estallado una lucha a muerte entre las fracciones evista y arcista” (*). De ahí que este hecho, sea un tema de debate.
En suma: desde afuera los gobiernos populistas tratarán, de cualquier manera, que aquí el instrumento político continúe usufructuando del Poder. No les conviene perder un aliado, en circunstancias que los conflictos internacionales se agudizan.

(*) “Caudillismo populista en ocaso terminal”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 5 de noviembre de 2023.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES