Llamado urgente a la acción por incendios en la Amazonia

En la cúspide del desastre ecológico sin precedentes, que marcaron los incendios forestales que devastaron la Amazonia en 2023, que dejaron cicatrices profundas e irreparables en nuestro hábitat, con estadísticas desgarradoras de marcada preocupación en el último tiempo, nuestra Madre Tierra nos hace un llamado de socorro por estos eventos catastróficos, para que prendamos las alarmas de emergencia, demandando acciones decisivas y concretas.
La región amazónica boliviana, se distingue por su complejidad, al ser un ecosistema donde se ha expandido la frontera agrícola, que es hogar de asentamientos de comunidades indígenas, antiguas y nuevas, de campesinos, de interculturales, de proyectos agrícolas, de actividades ganaderas de diversas escalas, de privados y del propio Estado, quienes se han convertido en actores fundamentales de la tragedia ambiental, concentrados en un punto de inflexión crítico, la floresta amazónica. Ella clama por una atención urgente, que priorice la conservación sobre la explotación y sean adoptadas medidas audaces que busquen revertir la espiral destructiva y hacer que la preservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible puedan caminar juntos de la mano.
Por ello, exhorto a las autoridades a escuchar la voz de la tierra y adoptar medidas concretas, abrazando un enfoque equitativo y sostenible, priorizando la conservación sobre la ganancia. La Amazonia no solo es el pulmón de nuestro planeta, sino también es el corazón de innumerables comunidades que dependen de su vitalidad. La indolencia ambiental es un atentado contra la vida misma.
Las políticas ambientales irresponsables han inflamado las llamas de la destrucción, por lo que se condena enérgicamente el ecocidio perpetrado y se insta a los bolivianos en su conjunto a reconocer esa interconexión que tenemos entre nuestras acciones y la salud de nuestro planeta. Esta situación exige acciones concertadas e inmediatas, con medidas esenciales de protección de la biodiversidad, la vida y los medios de subsistencia de todos aquellos que habitamos esta nuestra hermosa tierra. Y como centinelas de la naturaleza, tenemos la obligación responsable de actuar, asegurando un futuro próspero y sostenible para Bolivia.
De esta manera, hago un llamado desgarrador a nuestra conciencia colectiva, requiriendo la participación de todos de manera inmediata, sociedad, empresa y gobierno, protegiendo nuestro entorno, recordándonos que el cambio es esencial y que debemos replantear nuestros enfoques de desarrollo, preservando el medio ambiente, evitando que la tragedia se repita. La decisión está en nuestras manos y la acción es nuestra única opción. Tomemos medidas ahora para preservar nuestra morada, antes que sea demasiado tarde.