El 23 de noviembre de 2023 fue entregada, por la empresa china Sinohydro, la doble vía que fue construida en la zona de terreno inestable de El Sillar. El costo de la obra fue de 420 millones de $US para una longitud de carretera de 20,14 Km, resultando en un costo por kilómetro de 20,85 millones de $US. La doble vía fue construida con un crédito de 426 millones de $US, otorgados por el banco de desarrollo de China Eximbank. La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) firmó un contrato llave en mano con la empresa Sinohydro, mediante el cual esta empresa estuvo a cargo del diseño y la construcción de la carretera, lo que significa que podía cobrar lo que quería. Esta empresa estuvo a cargo de la construcción de dos tramos en la doble vía Puente Ichilo – Ivirgarzama, que entregó con 900 días de retraso. La construcción de la doble vía comenzó en abril de 2018.
Antes que se cumpla un mes de funcionamiento, el 13 de diciembre se produjo un deslizamiento que afectó a 300 metros de la doble vía, cubriendo de mazamorra a 150 m. Zonas de terreno inestable se presentan en Bolivia en la franja de la cordillera oriental de Los Andes, que hay entre los picos y la región de los llanos. Este es un problema que se tiene en las carreteras que se construyen en esta franja. Por ejemplo, en la antigua carretera que se construyó hace 70 años entre Cochabamba y Santa Cruz, una zona de terreno inestable se tiene en el tramo que pasa por La Siberia. En estos tramos de terreno inestable se ha procedido a realizar obras de estabilización y no obras de ingeniería que serían destruidas por el terreno inestable, que no ha sido corregido.
En contra de las prácticas de la buena ingeniería y de lo que dicta la economía, el gobierno de Evo Morales ha realizado una multimillonaria inversión en 20,14 Km de los más de 30.000 Km que tiene la red de carreteras del país. Las necesidades de intervención que tiene la red son innumerables y pese a los 11.000 millones de $US que ha gastado este gobierno en la construcción de carreteras pavimentadas, Bolivia tiene una pésima red de carreteras. Uno de los descuidos más graves es la falta de provisión de mantenimiento, que junto con lo mal que han sido construidas las carreteras, la red fundamental ofrece malas condiciones de circulación, que elevan los costos de operación de los vehículos. Las carreteras de la redes departamentales y municipales tampoco ofrecen buenas condiciones de circulación, porque las departamentales reciben muy poca intervención y las municipales casi nada.
Una doble vía se justifica cuando una carretera llega a tener elevados volúmenes de tráfico, que comienzan a ocasionar congestión, por ejemplo de 40.000 vehículos por día. En Bolivia no se justifican las dobles vías por los bajos volúmenes de tráfico que circulan por las carreteras. Los mayores volúmenes de tráfico se producen en la carretera que une a las ciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, que no llegan a los 7.000 vehículos por día. Las dobles vías que se han construido en el país son otros elefantes blancos, ya que constituyen inversiones que no producen beneficios económicos en la forma de ahorros en costos de transporte. Construir una doble vía en un terreno inestable es todavía una más mala inversión.
Según las normas vigentes, los contratos llave en mano se pueden hacer en casos excepcionales, por ejemplo cuando hay un solo proveedor. En el caso de la doble vía en El Sillar, con el contrato llave en mano que ha suscrito el gobierno de Evo Morales con la empresa Sinohydro, ha hecho que sea la única beneficiaria del proyecto y el país tendrá que pagar, con los escasos dólares, la deuda contraída con Eximbank.
El proyecto de la doble vía en El Sillar no es el único proyecto en el cual se han despilfarrado los recursos económicos del país, hay muchos otros más, quizá sean todos los proyectos de los 11.000 millones de $US que se ha despilfarrado en la construcción de carreteras pavimentadas. Esto es porque, los proyectos de construcción de carreteras de la ABC no han seguido las normas de los sistemas de inversión pública y de administración de bienes y servicios. No han salido de un proceso de selección según criterios económicos, financieros y de ingeniería.
El gobierno de Evo Morales en la construcción de carreteras ha favorecido a las empresas extranjeras, mayormente chinas y ha ignorado a las empresas bolivianas. La contratación de las empresas constructoras se ha realizado con procedimientos que no han seguido las normas del Sistema de Administración de Bienes y Servicios. No se ha llamado a licitaciones públicas y las adjudicaciones a las empresas se ha hecho de manera arbitraria y se ha seguido la modalidad de contratación “llave en mano” que da facultad a las empresas para que cobren lo que quieran.
Oscar Espinosa García es ingeniero civil.
Blog: HISTORIA, TRANSPORTES Y DESARROLLO