«Entre todos podemos construir un mundo mejor, una patria reconciliada»

En la fiesta del Bautismo de Jesús, 7 de enero, el Mons. Aurelio Pesoa Ribera obispo del Vicariato Apostólico del Beni y presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), alentó a vivir el propio bautismo con compromiso activo y testimonio de fe, para la construcción de una patria reconciliada, «en estos tiempos donde la lucha de poder, dominio y el deseo por someter al más débil lleva a una enorme carga de injusticia».
Enfocándose en los desafíos actuales, el obispo llamó a la comunidad a comprender el significado profundo del bautismo de Jesús y, por ende, la responsabilidad que conlleva el propio bautismo: «Ese es el desafío a aceptar y esa es la forma de ser parte de la Iglesia que se compromete con su testimonio de vida en esto estos tiempos y a través de los tiempos».
La autoridad eclesial advirtió sobre aquellos que buscan un Dios a su medida: «Para el bautizado, para nosotros bautizados en la Iglesia, no debería haber espacio para el retaceo de nuestra fe, no debería haber espacio para las medias tintas en el compromiso y testimonio, no debería haber espacio para aquellos que buscan a un Dios a su gusto y medida y de acuerdo a los intereses, muchas veces mezquinos».
El obispo exhortó a vivir a la luz del bautismo y empeñarse decididamente a luchar contra la estructura que inducen al pecado y a la injusticia: «Es ir en contra de todo aquello que produce y cultiva el odio, aquello que promueve el resentimiento y la intolerancia, la lucha contra todo aquello que produce el pecado», dijo y alentó a cumplir con el objetivo de todo bautizado: «Buscar con decisión aquello que produce acercamiento a Dios y que produce también acercamiento a nuestro prójimo».
«Entre todos podemos construir un mundo mejor, una patria reconciliada entre todos sus ciudadanos», señaló y aseguró que «en estos tiempos en donde la muerte vuelve a rondar la vida con la amenaza de la pandemia o en estos tiempos en donde un sistema de salud está venido a menos a la hora de atender otras enfermedades, en estos tiempos en donde la justicia es frágil y sometida», Dios también llora y sufre por las penalidades e injusticias que nos toca vivir.
«Al pensar y al reflexionar esta Palabra de Dios, pienso en todos aquellos niños y familias que se dañaron a causa de los feminicidios ocurridos en nuestro país», sostuvo y llamó a «seguir a Jesús sin recortes, ni retaceos, sino asumiendo la responsabilidad personal y haciendo nuestras las exigencias de verdadero discípulo en todos los ámbitos de la vida».
El presidente de la CEB alentó a «ser Católicos las 24 horas del día, Católicos que profesan su fe sin miedo y sin avergonzarse» y sacarse las sandalias de toda postura de miedo, soberbia, intolerancia, oportunismo, para dejarse invadir por la ternura y amor misericordioso del Señor.
«Como bolivianos, como benianos, como trinitarios, estamos llamados a tomar conciencia de la misión y responsabilidad que cada uno debe testimoniar; llevando la luz de la Buena Noticia, esa buena noticia que es el Evangelio de Jesucristo», concluyó el Vicario del Beni. (CEB)