Una crisis orgánica de creciente magnitud afecta al actual Estado Plurinacional –establecido en la nueva Constitución Política dictada en 2009 por el gobierno de Evo Morales Ayma–, con alta posibilidad de agravarse y bajo la responsabilidad del gobierno del presidente Luis Arce Catacora.
Esta crisis es de larga data y empezó a producirse hace alrededor de veinte años a partir de problemas políticos, desde donde ha pasado a los cuatro poderes del mecanismo estatal. Ahora se observa crisis política, económica, judicial y administrativa en organismos locales.
La situación crítica es general, no es de ámbito regional de reciente aparición. Su origen está también en la Asamblea Constituyente de 2006 y su aplicación consiguiente, aunque con total falta de legitimidad, debido a que no fue aprobada por los constituyentes, sino por un organismo constituido.
Sus expresiones concretas son, por ejemplo, los antagonismos entre senadores, diputados y asesores, problemas que precedieron a la promulgación de la nueva Carta Magna por el presidente Evo Morales.
Las características de esa crisis se presentan en las gobernaciones de varios departamentos, alcaldías, órganos judiciales, centros de producción, el comercio, la banca y la economía en general. Se extiende en forma epidémica y amenaza con convertirse en una pandemia, por lo que es necesario hallar soluciones de fondo y oportunas.
Su expresión concreta está en la iliquidez del Banco Central, la designación de un nuevo Gobernador de Santa Cruz, la imposibilidad de convocar a elección de magistrados, el vacío de poder en el Órgano Judicial, las demandas de revocatoria de los alcaldes de Santa Cruz, El Alto y La Paz, entre otros.
Por otro lado, se profundiza el conflicto entre los poderes Legislativo, y Judicial, que se ha extendido también al Poder Ejecutivo. A pesar de esa gravedad, el problema ha pasado al Tribunal Constitucional, a la Fiscalía, es más, afecta a la CPE, de la que varios artículos no se pueden cumplir o son deliberadamente incumplidos, lo que atenta contra la economía nacional, la organización política y ni qué decir contra la existencia misma del “Estado Plurinacional”, que desconoce la existencia de la Nación, o sea la base material del país y sin la cual no puede existir.
Uno de los temas más exóticos es el referido a las elecciones judiciales, problema originado en la Constitución Política y que, al parecer, es imposible de cumplir, por ser un error que lleva al fracaso y, por tanto, no se puede caer en el mismo, so pena de cometer una estupidez.
Como conclusión, se podría decir, en relación con la CPE vigente, que el Estado Plurinacional ha sido un experimento obsoleto, lo que se está expresando en la realidad con una serie de síntomas de gravedad, que es necesario considerar en su conjunto y no como casos aislados.