Las autoridades de Japón han confirmado el fallecimiento de 168 personas como consecuencia del terremoto de magnitud 7,6 que sacudió la zona oeste del país el día de Año Nuevo, el balance de desaparecidos asciende a más de 300.
En concreto, las autoridades no han logrado determinar el paradero de 323 personas, de las cuales 281 corresponden a la localidad de Wajima, en la prefectura de Ishikawa, informa la agencia Kiodo. Numerosas víctimas seguirán atrapadas entre los escombros en esta localidad, donde un área comercial se vino abajo tras un incendio.
Preocupa especialmente la acumulación de nieve en algunos momentos, que se suma a los problemas de acceso y de comunicaciones –al menos 2.300 personas continúan aisladas–. En algunas zonas se han acumulado hasta 13 centímetros de nieve, mientras que las temperaturas se han desplomado.
El gobernador de la prefectura de Ishikawa, Hiroshi Hase, ha visitado ayer el centro deportivo general, donde se ha inaugurado una instalación de evacuación temporal «para garantizar el entorno de vida de las personas afectadas por el desastre hasta que sus hogares sean restaurados y puedan mudarse a viviendas temporales».
Hiroshi, que ha pedido cooperación de «quienes posean instalaciones de alojamiento», explicó que se dará prioridad a las personas que requieran cuidados especiales, como los ancianos, las personas con discapacidad y las mujeres embarazadas, así como a sus familiares, sostuvo a través de su perfil en la red social X, anteriormente conocida como Twitter. (Europa Press)