Organismos internacionales difieren sobre el crecimiento económico de Bolivia para 2024 y aseguran que la cifra de 2023 fue menos de 2%, debajo de las estimaciones oficiales, que fijaron en primera instancia el 4,8%.
Según el último informe especializado de las Naciones Unidas: «Situación y perspectivas de la economía mundial 2024», nuestro país tuvo un crecimiento económico (PIB real) del 1,7% el 2023, cuya cifra es mucho menor a la planificada por el Gobierno nacional, señala el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero.
“Las proyecciones de crecimiento económico para el 2024 y 2025 son de un 2,1% y 2,5% respectivamente, signos de ralentización de la economía nacional, donde se tardará años en tener la dinámica previa a la pandemia. No descarta el organismo internacional, que nuestra economía se estanque o entre en contracción de su PIB, ya que desde el 2021 el país demuestra una tendencia a crecer menos”, reflexionó.
Ajustes en política macroeconómica, fiscal y monetaria, son imprescindibles para evitar una crisis mayor en términos de inflacionarios, desempleo e incremento de la pobreza, debido principalmente a un gasto publico elevado, financiado con deuda nacional y unas reservas internacionales neta en rojo, alertó el economistas, que coincide con las declaraciones de Gonzalo Chávez, quien dijo en sus redes sociales, que la madre del cordero del problema es el elevado gasto público, gasta igual a la bonanza del gas.
El mismo documento señala que Latinoamérica y el Caribe crecerá 1,6% y 2,3% en 2024 y 2025, mientras que Sudamérica lo hará en 1,1% y 2,4%, en los mismos periodos.
En cuanto a la inflación, proyecta que Bolivia cerrará el año 2024 con 5% y el próximo 4,5%. Mientras tanto, el gobierno, en su Presupuesto General del Estado (PGE) 2024, fija en menos de 4%.
De acuerdo a Romero, el análisis es similar a lo que señala el informe del Banco Mundial, crecimiento moderado, lento, limitado por los problemas persistentes de la inflación, políticas monetarias restrictivas, problemas fiscales de endeudamiento, en cada uno de las naciones, entre otros.
Pero hay que sumarle el tema político, que será más complejo en el caso de Bolivia; la situación se complica con lo que pasa con Ecuador, que incidirá en el crecimiento de la región.
El aumento de los costos de endeudamiento agravará los riesgos de sostenibilidad de la deuda de los países en desarrollo; las tendencias de la inversión mundial seguirán siendo débiles; el comercio internacional pierde fuerza como factor impulsor del crecimiento, señala el resumen del informe.