viernes, febrero 7, 2025
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El desafío de los emprendedores en Bolivia

Rolando Kempff Bacigalupo

Los emprendedores en Bolivia son personas valientes y decididas que inician su propio negocio o empresa a pesar de los desafíos y obstáculos que puedan enfrentar. Bolivia es un país en desarrollo, con una economía en crecimiento y muchos sectores para dinamizar.
Los emprendedores bolivianos han encontrado formas creativas de desarrollar sus negocios y contribuir al crecimiento económico del país. Muchos de ellos se centran en sectores como el turismo, la agricultura, la tecnología y los servicios.
Se estima que solo un 20% de la economía nacional es fruto de la actividad formal o legal. Sin embargo, es importante fomentar los emprendimientos, cuyo crecimiento será posible con mucha dedicación, esfuerzo y resiliencia.
Hace casi tres años, en una nota que escribí sobre la difícil tarea del emprendedor boliviano, recordaba que, según estudios de la Cámara Nacional de Comercio de Bolivia, el emprendedor boliviano debe cumplir un promedio de 192 trámites en 55 instituciones públicas para constituir una empresa, con papeleos que, en el mejor de los casos –si nada se le observa–, puede demandarle hasta 60 días completarlos, con un costo de 12 mil bolivianos.
El Doing Business –índice de facilidad para hacer negocios creado por el Grupo del Banco Mundial– ubicó a Bolivia en el puesto 150 de 190 países (en la región solo encima de Venezuela y Haití).
Una encuesta realizada hace algunos años, a más de 25.000 personas (de 18 a 40 años) en 35 países, encargada por la empresa Herbalife Nutrition y ejecutada por OnePoll, reveló que en un 74% los jóvenes consultados sueñan con ser emprendedores, mientras que el 16% de ellos ya tenía su propio negocio.
Como lo comprobaron muchos incipientes empresarios, la tarea del emprendedor puede ser una experiencia cuesta arriba.
Guillermo Gonzales Cuenca, docente en la Universidad Católica Boliviana y experto en emprendimientos sociales, afirmaba hace algunos años que un ecosistema se refiere a “las normas, los recursos, la infraestructura, el ambiente y la cultura” de un país que permiten, o no, el surgimiento de una empresa.
En el portal de Santa Cruz Económico, a fines de 2018 se escribía que los emprendedores que quieren constituirse como una empresa legalmente establecida en Bolivia, tienen que concretar 14 pasos burocráticos en diferentes instituciones para contar con todos los «papeles en orden», lo cual dificulta la formalización de empresas, sobre todo las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes).
Debe quedar claro que la apertura de una empresa es el primer paso, porque a partir de ahí el emprendedor forma parte de un mundo burocrático de papelería, trámites y nuevas exigencias que lo obligarán a consultar especialistas.
En el portal medium.com, se decía que la carga administrativa que significa para una empresa boliviana el pagar impuestos es alarmante cuando se cuantifica, porque paga en promedio 83% de impuestos sobre los ingresos (sumando IVA, IT, IUE, Impuestos a la propiedad, a la transferencia, contribuciones a las cajas de salud y AFPs, licencias municipales, y otros tantos). A nivel mundial, Bolivia está en el puesto 189 de 189 economías en este indicador, y es el país donde es más difícil pagar impuestos en el mundo.
Reynaldo Cabezas, asesor empresarial de la Cámara Departamental de la Pequeña Industria y Artesanía, explicaba hace algunos años que para constituirse como una empresa formal se debe seguir varios pasos en diferentes instituciones, que culminan con la obtención del Registro Obligatorio del Empleador (ROE), que le entrega el Ministerio del Trabajo. Para agilizar estas gestiones urge crear una Ventanilla Única.
En Bolivia, casi el 80% de la población económicamente activa está empleada en el sector informal, esto se atribuye a muchos factores, pero el más importante es la fuerte regulación de las empresas formales.
Sin embargo, como empresarios demostramos que, a pesar de los desafíos relacionados con los trámites y regulaciones, continuaremos apostando por el país y por el capital humano en Bolivia. Esperamos que los emprendimientos puedan constituirse en empresas legalmente establecidas, aportando con el desarrollo del país.

El autor es Economista, licenciado en la UMSA, doctorado Ph.D. en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador de Argentina, Académico de Número de la ABCE y presidente del Directorio de la UREAL.

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