Parte II
Entre las funciones de la risa aplicable a la educación podemos destacar la función motivadora, de compañerismo y cordialidad, de distensión y dramatizar situaciones, de diversión y alegría, intelectual y de memoria creativa e imaginativa. También reduce el estrés y la ansiedad. Así mismo reduce la depresión y temores; aminora tensiones, ira y conflictos. Genera relajación, tranquiliza y libera; airea la mente y expande su agilidad y el aprendizaje es mejorado y ampliado.
La persona que busca disfrutar de lo que hace, comparte el humor en el aula con sus estudiantes, favorece la creatividad, transmite ilusión por el aprendizaje, muestra su sonrisa más honesta y sincera. Decide promover del mejor modo que sabe un buen ambiente en la sala de clases, facilita su comprensión de forma amena y todo ello con independencia de sus circunstancias personales o profesionales.
Conclusiones:
Es la valoración positiva del empleo del humor y la risa en el aula, según experiencia estudiada a través de grupos de estudiantes, que se había vivenciado en actividades pedagógicas. Es obvio que la calificación también se relaciona con la parte del humor en el aula, esto es, si bien, en general la valoración de ambas ha sido positiva, no hay que dejar de lado, entre otras cosas, seguramente que la persona y el ambiente calificados potencian y recrean un espacio del humor. El humor implica muchas veces la risa o la sonrisa y también en ocasiones se relaciona con la emoción de la alegría. La alegría crea vinculo, abre, flexibiliza, energiza, provoca una buena disposición de ánimo, una trama afectiva positiva, una resonancia emocional contagiosa.
Aplicar el sentido del humor en la educación nos ayuda a superar frustraciones, a relativizar fracasos, a sobrellevar desencantos, a desterrar los momentos de apatía y desanimo con el objetivo de establecer una buena comunicación con nosotros mismos y con el entorno en donde realizamos nuestra labor educativa.
El humor es un elemento vital en el proceso educativo, por lo que es necesario reivindicarlo como medio didáctico y objeto curricular para el desarrollo integral de la persona.
Finalmente, la risa es gratuita y accesible para todo el mundo. Como se puede ver, es bastante positivo para una enseñanza-aprendizaje para la vida en general, por lo que no usar el humor constituye un desperdicio, emplearlo es conveniente y si no se lo hace por conciencia, quizás se lo deba practicar, al menos por convivencia.