Por: Lic. Héctor Molina
¿Qué es la lectura rápida?
Es el proceso para conseguir un máximo grado de comprensión en el menor tiempo posible, esto a través de la facilitación para identificar y asimilar oraciones enteras con un solo golpe de vista, en lugar de reconocer cada palabra de forma individual.
El promedio de lectura se encuentra entre las 150 y 250 palabras por minuto (ppm). Si se ponen en práctica una serie de técnicas es posible incrementar el ritmo y poder leer hasta 700 ppm.
Con la lectura veloz no se busca sacrificar la comprensión. Al contrario, su efectividad radica en lograr un balance entre el ritmo y el análisis global del contenido. Por lo tanto, lo ideal es entender el significado del texto sin desperdiciar el tiempo.
La técnica de lectura rápida o lectura veloz busca a través del entrenamiento sistemático y constante de rutinas desarrollar, según cada individuo y el tiempo dedicado a esta actividad, nuevas habilidades, entre ellas las más relevantes son:
- Incrementar la velocidad de lectura hasta siete veces el ritmo normal.
- Incrementar la capacidad de comprensión lectora.
- Aumentar la concentración al leer.
Paralelamente, y como efecto secundario de las rutinas apropiadas para mejorar la velocidad de lectura:
- Se utilizan técnicas de relajación para favorecer la concentración.
- Mejora la respuesta frente al estrés.
- Se incrementa la comprensión del entorno circundante al sujeto.
La importancia de leer deprisa (no aprisa), requiere que los sujetos desarrollen todas sus potencialidades, y facultades, incluyendo la memoria a corto, mediano y largo plazo.
Beneficios de la aplicación de una lectura rápida
- Permite desarrollar el conocimiento y la inteligencia, lo que fácilmente se puede asociar con la eficiencia de una persona.
- Facilita herramientas para ser proactivo, útil y creativo durante la toma de decisiones en base a procesos de información más sustentados y enriquecidos.
- Fortalece y potencializa la memoria a corto, mediano y largo plazo.
- Optimiza la memoria, ya que el cerebro, para muchos especialistas es considerado un músculo, la lectura rápida desafía al cerebro a rendir a un nivel superior; por consecuencia funciones como la memoria trabajarán más rápido.
- Desarrolla la imaginación y la capacidad para leer en menos tiempo, para gestionar y tomar decisiones.
- Reduce los costos en la investigación y aprendizaje.
- Promueve una mejora del enfoque lector y visual.
- Fortalece la autoestima, ya que otorga mayores niveles de confianza en sí mismo y bienestar emocional, pues permite estar consciente de que se puede aprender cualquier aspecto de la vida más rápido una vez que se tiene la capacidad de leer más rápido y comprender más.
- Fortalece la comprensión y la concentración a través de la estimulación de mecanismos físicos, mentales, psico y socio lingüísticos, cognitivos y sociales, donde la fijación y el movimiento de los ojos ofrecen velocidad.
- Desarrolla la capacidad de asociación entre conceptos conocidos y nuevos.
- Facilita el reconocimiento de ideas principales, esta acción es más notoria con la práctica y el tiempo.
- Mejora el proceso lógico, pues considerando que la lectura es un ejercicio para tu cerebro. Cuando entrenas tu cerebro para leer más rápido, sucede algo asombroso. Su cerebro se vuelve más eficiente en la clasificación de la información y en la búsqueda de correlaciones.
- Produce menos cansancio visual ya que solo trabaja con golpes de vista en lugar de una lectura detenida palabra a palabra o frase a frase.
- Aumenta la habilidad lingüística ya que enriquece el vocabulario.