Un nuevo pronunciamiento oficial categórico acaba de producirse contra las ambiciones de Evo Morales de volver a la presidencia del país en el año 2025. En efecto, el procurador general del Estado Plurinacional, abogado César Siles Bazán, acaba de emitir una sentencia definitiva que sostiene: “(Evo Morales) no tiene derecho, no es un derecho humano ser reelegido y no tiene derecho a postularse nuevamente en Bolivia”.
Esa nueva declaración se agrega a otras ya pronunciadas, como la de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) y otras instituciones internacionales, expresiones que un anterior gobierno masista no quiso reconocer. Además, el entonces presidente Evo Morales puso en marcha un referéndum el 21 de febrero de 2016 para la aprobación o rechazo a un proyecto de modificación constitucional para permitirle otra reelección. Pero el «No» ganó con un total de 51,30% de los votos.
No obstante, violando esa decisión del Soberano, Morales convocó a elecciones generales, presentándose él mismo como candidato presidencial. Por si fuera poco, dicho acto electoral fue viciado y convertido en un gran fraude, cuyos resultados también el Gobierno nacional quiso imponer, contra viento y marea. Tal situación de abuso determinó que se produzca una insurrección popular que derrocó al Gobierno y puso en fuga a sus principales protagonistas, con dirección a México.
Pese a esos antecedentes y en medio del repudio popular, el jefe cocalero hace poco volvió a anunciar su candidatura presidencial y así desconocer el levantamiento popular de noviembre de 2019 y mostrar, sin rubor alguno, que deseaba volver a gobernar por medio de elecciones generales, sin tomar en cuenta los antecedentes mencionados.
Pero varios sectores sociales salieron al paso de semejante actitud y se han pronunciado en contra, haciendo que el exmandatario Morales pierda la popularidad que le quedaba y, más bien, sea objeto de repudio. En esa forma, crece la resistencia a permitir el retorno de una política populista que, en menos de quince años, precipitó a Bolivia en una crítica situación económica, política y moral, alentada por corifeos del oficialismo. Se debe tomar en cuenta que una nación puede ser destruida en pocos años, pero su recuperación tarda décadas de sacrificios colectivos. En todo caso, esta nueva realidad recién está empezando.
Veto a la candidatura terminal de Evo Morales
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