Sin duda uno de los actos históricos más significativos del legado del Mariscal Andrés de Santa Cruz, fue la creación de la Orden ‘Legión de Honor’, un hito de la falerística de nuestro país y de América Latina.
Influenciado por Napoleón Bonaparte, Santa Cruz instituyó dicha condecoración el 17 de noviembre de 1835, con el fin “de reconocer y premiar los méritos de ciudadanos que hubieran contribuido con el engrandecimiento de la República”.
Patrimonio de los fundadores de Bolivia, fue luego oficializado por Mariano Enrique Calvo, vicepresidente y encargado del mando supremo, mediante el decreto del 7 de febrero de 1836. Constituido por 8 capítulos, dicha norma considera en una de sus partes más sobresaliente: “los ciudadanos, que por sus talentos, por su saber y sus virtudes han contribuido a establecer o defender los principios de la República, han hecho amar y respetar la justicia o la administración pública, tienen también un título de pertenecer a la Legión…”. Sobre esta base histórica, la citada Orden quedó dividida en dos esferas: un consejo de administración y un cuerpo de Legionarios que estaba organizado en las siguientes clases: “Grandes Legionarios, Comendadores, Oficiales y Miembros de la Legión”. Se debe tener presente que en todos los casos las personas distinguidas gozaban también de una pensión.
Como característica general, dicha distinción gravitaba en “una placa bordada con oro… la placa tendrá tres pulgadas de diámetro y contendrá un cóndor y la inscripción en el exergo: Honor y patria”. Mediante el decreto del 16 de septiembre de 1836, fue ampliada con plazas “supernumerarias”. Posteriormente, el 2 de abril de 1837, fue instalada con una salva triple y una gran ceremonia. Lamentablemente, el presidente José Miguel de Velasco la abolió mediante decreto el 30 de marzo de 1839.
Muchos años después, el Dr. Víctor Paz Estenssoro la reestableció nuevamente mediante el Decreto Supremo N° 22.243 del 11 de julio de 1989, con la finalidad de distinguir y recompensar a los ciudadanos bolivianos. Posteriormente, el presidente Carlos D. Mesa Gisbert, mediante el Decreto Supremo N° 27.423, extendió su otorgación a ciudadanos extranjeros e instituciones nacionales y extranjeras. Con la siguiente prelación: Gran Collar, Gran Cruz, Gran Oficial, Comendador, Oficial y Caballero. Como características dicha norma precisa “…un emblema…de diámetro de plata sobredorada que llevará en el centro la efigie del Mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana, en su entorno estará rodeado de un óvalo de color azul donde estará grabado Legión de Honor Mariscal Andrés Santa Cruz y Calahumana”.
A través de esta nota damos a conocer la historia de una gran condecoración heredada de los fundadores de nuestra patria.
La Legión de Honor de Bolivia
José E. Pradel B.
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