El director Will Gluck enmarca a Sydney Sweeney y Glen Powell con todo un ensamble de estrellas en ascenso y rostros familiares, y todos y cada uno de éstos goza de buenos momentos para desplegar su increíble experiencia cómica. Algo medular para el proceso de selección fue la presencia de varias parejas románticas que debían interpretar a diversas parejas inmersas en distintas fases de sus propias relaciones- hecho que, a su vez, permitió que Bea y Ben contaran con una variedad de modelos para pulir la apariencia de su falsa relación.
Bea y Ben han sido convocados para celebrar las inminentes nupcias de Clauda y Halle- una boda turística que incluye únicamente a la familia y los amigos más cercanos.
Alexandra Shipp (Claudia) y Hadley Robinson (Halle) interpretan a las felices novias. Son como el yin y el yang- Claudia es resuelta y un poco estirada; Halle es un espíritu libre, pero se balancean hermosamente.
Cuando las constantes riñas entre Bea y Ben comienzan a amenazar el decurso de la boda, Claudia enciende la mecha de lo que se convertirá en el loco plan de Bea.
“Creo que no es mucho pedir cuando se trata del fin de semana de tu boda”, explica Shipp. “Claudia quiere que se relajen con el fin de que el enfoque recaiga donde debe recaer, es decir, sobre ella misma y su novia, y sobre un fin de semana que recordarán por siempre. Así que cuando Bea convence a Ben del ardid, Claudia se muestra inmensamente feliz”.
La tensa y muy nerviosa naturaleza de Claudia es el elemento preciso que pone el plan de Bea en marcha, pero no le llames la novia Godzilla, señala Shipp. “No se trata de un monstruo. Me parece que Bea y Ben son distractores, que han comenzado a alejar la atención de ese día tan especial para ella y Halle. Creo que pedirles a otros que cesen el fuego no supone una demanda extrema cuando del fin de semana de tus nupcias se trata”.
Mientras se preparaba para encarnar a Halle, Robinson vio en Shipp todo aquello que atraería a su propio personaje. “Alex me hizo sonreír cada vez que posaba mis ojos sobre ella”, dice Robinson. “Se presentó en el set con una energía fenomenal, siempre lista para poner todo en marcha. Día tras día, durante el trayecto a los sets, ella sacaba la cabeza por la ventana del automóvil y gritaba, ‘¡Vamos, hagámoslo!’ La relación que Halle y Claudia mantienen es dulce y muy especial, y nosotras mismas desarrollamos una buena química”.
Robinson comenta que puede comprender por qué la boda de Halle resulta tan tirante para Bea, la hermana mayor de la novia. “Bea no he cesado de hablar de su propia boda desde la infancia”, explica Robinson. “Bea ha soñado con casarse desde siempre, por ello existe una relativa tensión, y Halle excusa una y otra vez a su hermana, porque sabe que ha confrontado muchos sinsabores”.
Pete, el mejor amigo de Ben- son como hermanos- y hermano de Claudia es interpretado por la estrella en ascenso y conocido cantante de rap, GaTa, aclamado por su desempeñó (como una versión de sí mismo) en la serie “Dave”, de FXX.
De una u otra manera, Pete y Ben son figuras opuestas. Ben tienen todo que ver con la acción y la experiencia física, mientras que Pete es mucho más cerebral- le gustan el arte, la música y los idiomas, pero asimismo la vida vivida a tope, lo que supone un tremendo despliegue de contagiosa energía.
GaTa comenta que, “Pete es más centrado, mucho más disciplinado que Ben. Somos distintos, nuestros senderos vitales han sido muy diferentes. Pero nuestra conexión se mantiene porque somos muy positivos”.
“Lo que me atrajo del personaje de Pete fue su vivacidad de espíritu, incluso su cultura””, prosigue GaTa. “Me preparé denodadamente, y aquí agradezco públicamente a Will Gluck por desafiarme y llevarme al límite como actor. Aprendí mandarín y árabe, e incluso cómo conducir equívocamente en Australia. No hay nada mejor que haber podido sumar estas cosas a mi repertorio”.
Michelle Hurd y Bryan Brown encarnan a Carol y Roger, el padre y la madre de Claudia. Roger es el padrastro de Pete- Carol era madre soltera y trabajaba duro para criar a Pete, su hijo, cuando conoció a un encantador australiano, Roger, quien, por cierto, poseía algo más que una pequeña fortuna. Se enamoraron y contrajeron nupcias- Roger crió a Pete como si fuera hijo suyo, y la pareja tuvo más tarde a Claudia.
Roger y Carol han ofrecido su lujosa casa en Palm Beach a la diversidad de invitados, a fin de ofrecer a su hija la mejor de las bodas, en un contexto verdaderamente glorioso.
“Carol lleva una vida envidiable, y esto me encanta, porque las mujeres de cierta edad suelen ser desdeñadas e invisibilizadas”, de Michelle Hurd. “Me agrada poder dar voz a las mujeres de cierta edad, Carol no sólo es vista y admirada; asimismo se le aprecia, se le glorifica y se le envuelve de amor y glamur”.