En su discurso del pasado 22 de enero, el presidente del Estado, Luis Arce Catacora, reiteró que no se levanta la subvención a los hidrocarburos; sin embargo, economistas dudan de su aplicación pues no hay recursos, los dólares siguen escasos y el contexto internacional puede aumentar el valor de los carburantes, lo que complicará más su mantenimiento.
De acuerdo al ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, se continuará con la política de subvención a los hidrocarburos, al indicar que un tercio es con financiamiento externo y dos tercios con financiamiento interno mediante las subastas que el Tesoro realiza.
El economista Gonzalo Chávez Álvarez, luego del discurso de Arce, escribió en X (Twitter) @GonzaloCHavezA, “(…) No reducimos salarios pero engordamos el empleo público. No recortamos inversión pública, esta se corta sola porque no hay plata. No privatizamos empresas, porque estas ya están tomadas por sindicatos. No levantamos subsidios, aunque no tenemos con que pagar”.
También el economista y exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza, luego de la declaración de Arce, que señaló: “Nuestro Gobierno no reduce salarios, no recorta la inversión pública, no privatiza empresas estatales y recursos naturales, no levanta la subvención a los hidrocarburos y no se alinea a los mandatos imperiales”. Escribió en @g_espinoza: “En resumen: Su gobierno no hace nada. Es lo más cerca a la honestidad que ha estado este hombre”.
Mientras tanto, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, con respecto a la subvención a los hidrocarburos, sostuvo ‘no es que no haya’, sino todo depende cómo se aplica esta política.
Recordó que países avanzados, como Alemania, analizan eliminar la subvención a los combustibles a un sector rentable, entones se vuelve a indicar todo depende cómo se aplique la medida.
El economista indicó que la medida debería apuntar a que las subvenciones sean rentables en términos económicos y sociales.
Lo que muestra la decisión de algunos países desarrollados, como Alemania, y un Latinoamericano, Cuba, que anuncian eliminar la subvención debido a su insostenibilidad, es que la medida estatal no es indefinida.
Apuntó que las subvenciones deberían incidir en el crecimiento económico, aumento del empleo formal, sobre todo, garantizar los insumos para el mercado interno, e inclusive para el externo, pero lamentó que la medida también favorezca al narcotráfico, a autos indocumentados y a generar nuevos ricos y pobres. No tiene sentido.
Costo
Mientras tanto, Montenegro cuestionó la opinión de eliminar la subvención al preguntar ¿Qué es más caro?, pasarle a la población, el costo de que paguen en pérdida de empleos, inflación y zozobra.
Agregó que están a puertas de ir cosechando los primeros proyectos que van a ir corrigiendo ese gasto.
“Hay que hacer una evaluación costo-beneficio”, apuntó y agregó que en Argentina se pasó esa carga a la población, cada quien arregla su vida.
Sobre el tema, Romero señaló que es cierto sobre el costo-beneficio, pero hay que hacerlo. “En Alemania igual se subvenciona, pero de otra manera”, agregó.
“Es un costo social muy alto, que es difícil recuperar rápidamente, en términos de empleo, en términos de actividad económica. La forma de quitar rápidamente la inflación es eliminando la actividad económica, retrayendo la actividad económica. Si la actividad económica se retrae los precios también se retraen”, indicó la autoridad.
Relativamente es sencilla, pero costosa para un pueblo asumir ese tipo de medidas. Por lo tanto, nosotros vamos a seguir dando la subvención de 10.503 millones de bolivianos, no solamente a la energía sino también a los alimentos.
Invitó a la gente para que vayan a otras economías de la región y vean el costo de vida, todos los días suben los precios.
Modelo
Asimismo, defendió la aplicación del modelo, y rechazó que la economía no crezca, aunque los economistas indicaron que la misma se va desacelerando, desde el 2021, y el 2023 posiblemente cierre con 2% de crecimiento.
Como se recordará, el Presupuesto General del Estado (PGE) 2024 señala que el financiamiento del mismo, alrededor de un 40%, es con deuda interna y externa.
Al respecto, Romero sostuvo que sí, todo es con deuda, el financiamiento para proyectos y el presupuesto general.
Mientras, Espinoza Y. publicó en X @g_espinoza: De la lógica de Lucho: El modelo está vivo, siempre y cuando vivamos a punta de endeudamiento… ¡un genio!.
Análisis
Hace 15 años, el Decreto Supremo 405 creó el Estado Plurinacional de Bolivia, el cual, entre luces y sombras, fue destacado y valorado en el mensaje del presidente Luis Arce Catacora, indicó Romero en su análisis titulado “Bolivia, 15 años del Estado Plurinacional ¿estamos “más” unidos?”.
En su mensaje, el Mandatario destacó la eliminación paulatina del colonialismo del país republicano y del capitalismo en la economía nacional y defendió, a capa y espada, el modelo actual económico de Estado que, a pesar del contexto interno y externo, sigue siendo, según asegura, ‘sostenible y exitoso’.
En materia económica, el Presidente habló más de la actual coyuntura económica y dio algunos datos de la economía nacional, pero obvió otros.
Por ejemplo, informó que al tercer trimestre hemos crecido en un 2,3%, pero no mencionó que nuestra economía está en un proceso de enfriamiento que deriva en que el crecimiento del 2023 no haya sido más del 2%, según proyecciones, y que en 2024 y en 2025 lleguemos al 2,5%, según organismos internacionales.
Arce también mencionó que somos la segunda economía de la región con menor tasa de inflación, lo cual es cierto, ya que tenemos 2,12% finalizando el 2023, pero es necesario analizar a qué costo hemos logrado estas cifras, ya que tenemos una subvención de carburantes que le costó 1.818 millones de dólares el año pasado y una importación de carburantes que le cuesta al Estado, casi 8 millones de dólares al día.
Espinoza Y. señala en su @g_espinoza que la mayoría de la gente tiende a negar los hechos disruptivos, incluso cuando ya pasaron. “No es estupidez ni falta de información, sino simplemente naturaleza humana. Un ejemplo es la devaluación del boliviano: nuestra moneda ya se ha devaluado, y lo hace cada vez más rápido, mientras la negación continúe”.
Además, los datos de inflación no reflejan la verdadera capacidad de compra o adquisición de los ingresos de los bolivianos, los cuales han caído en los últimos años, sobre todo por la inflación importada.
El Presidente también mencionó que el nivel de pobreza está por debajo del 40% y una desocupación que también es baja, aunque no dio cifras, pero se estima que está menos al 4%. En este punto, el mandatario no habla de la notable pérdida de la calidad de empleo y de una creciente informalidad que está por encima del 80%, las cuales están camufladas en las estadísticas.
En conclusión, fue un discurso con datos verídicos, pero solo mirados desde una óptica, sin aterrizar en la realidad que atraviesa el país. Se centró más en lo político que en lo económico, buscando culpables en la oposición y en la «nueva derecha» del país, que busca intereses personales y electorales, no hubo autocrítica del Gobierno.
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